Desde Santa Fe

El diputado provincial y presidente del Partido Justicialista, Ricardo Olivera, habló ayer del caso del senador Armando Traferri, a quien los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra le pidieron el desafuero para imputarlo por supuesta “asociación ilícita en carácter de organizador–que tiene una pena mínima de cinco años de cárcel-, pero el Senado rechazó el requerimiento del Ministerio Público y lo mandó al archivo. “Esta idea de no presentarse a declarar no la comparto”, sorprendió Olivera. Y aconsejó: “Yo me presentaría a declarar” ante los fiscales.

Olivera es el primer dirigente del PJ que responde sobre la situación de Traferri, a una semana de que el Senado rechazara su desafuero por un acuerdo político entre su bloque y el Frente Progresista que lidera el senador de la UCR, Felipe Michlig. Para ser aprobado, el pedido requería una mayoría de dos tercios de la Cámara y solo sumó cuatro votos de los senadores Alcides Calvo, Marcelo Lewandowski, Marcos Castelló y Ricardo Kaufmann que responden al gobernador Omar Perotti. Los otros 15 fueron para atrás: tres se abstuvieron (Lisandro Enrico, Rodrigo Borla y el propio Traferri) y los otros trece votaron en contra: cinco radicales (Michlig, Leonardo Diana, Germán Giacomino, Orfilio Marcón y Hugo Rasetto) y siete peronistas (Rubén Pirola, José Baucero, Guillermo Cornaglia, Joaquín Gramajo y Osvaldo Sosa, Eduardo Rosconi y Cristina Berra). A las 48 horas, Rosconi y Berra anunciaron su pase al bloque alineado con la Casa Gris.

“¿Qué imagen tiene en estos momentos del senador Traferri?”, le preguntó a Olivera el colega José Curiotto. “Yo lo conozco desde la militancia. Es un militante que trabajó mucho en su territorio y así lo demuestran los números en todas las elecciones. Con respecto a la situación actual lo decidirá la comunidad, el lugar donde él trabaja y milita". "En lo personal debo confesar que esta idea de no presentarse a declarar no la comparto. Pero la Justicia resolverá cómo termina esta cuestión. Esta situación ha complicado no sólo su militancia, sino al peronismo, sobre todo en el cordón industrial donde él es referente”, respondió el presidente del PJ.

- Si hubiese estado en el Senado, ¿hubiera votado a favor o en contra del desafuero de Traferri?

- Me gusta ser muy prudente. A título personal yo renunciaría a los fueros si pudiera. Yo me presentaría a declarar. No conozco lo que se manejó en la reuniones, sino que lo que se publicó a través de la prensa. Pero me presentaría a declarar –sugirió Olivera.

En el debate del caso Traferri en el Senado, el único que se animó a decirle que se sometiera al proceso judicial fue el decano de la Cámara, el senador Kaufmann. “Avalar el desafuero es permitir la investigación” de los fiscales, no obstruirla, “sin prejuzgar sobre la conducta de Traferri. No es una condena, es someterse al proceso. No importa un prejuzgamiento sobre la inocencia o la culpabilidad del legislador”, explicó.

Kaufmann dijo que la investigación a Traferri puso en una postura “incómoda a todos los senadores”. Una de las pruebas que Edery y Schiappa Pietra pidieron al Senado que se publicaran en la sesión eran las escuchas al empresario del juego Leonardo Peiti que revelaron sus contactos con dos ex funcionarios de la Legislatura: el ex secretario legislativo del Senado, Ricardo Paulichenco y el ex diputado Marcelo Darío Scataglini, pero el pedido ni siquiera se trató en el plenario. Para los fiscales, Paulichenco operaba como un “intermediario” entre Traferri y Peiti.

Según Kaufmann, el caso Traferri será “paradigmático” en la provincia. Y citó a uno de los redactores de la Constitución de Santa Fe de 1962, Danilo Kilibarda, quien opinó que “si hay indicios de que un miembro del cuerpo pueda haber cometido un delito es un elemento suficiente para quitarle la inmunidad. La Cámara no puede ser cómplice de un delito por un espíritu corporativo. El caso emblemático es el del ex gobernador de Córdoba Eduardo Angeloz, que se sometió a la justicia y luego salió absuelto. Lo mejor para un legislador es presentarse espontáneamente ante el juez y ejercer su derecho de defensa. El legislador, como la mujer del César, debe ser y parecer. La inmunidad parlamentaria es una garantía de no persecución, pero no absoluta. En estos casos lo más sencillo es ponerse a disposición de la justicia y que no queden dudas”, planteó Kilibarda. Kaufmann ponderó esa cita de su colega por el trayecto político que tiene como constituyente y ex legislador. “Es el consejo de la experiencia”.

El caso Traferri “va a ser paradigmático porque no se ha dado en la historia de la provincia”. “Nosotros no somos jueces, somos pares" de Traferri, "estamos inhibidos de juzgarlo” o absolverlo “Los que tienen que juzgar son los jueces”, cerró Kaufmann.