Las principales asociaciones que nuclean a la producción del cine argentino salieron ayer a la noche a respaldar la gestión de Alejandro Cacetta al frente del Incaa. El comunicado firmado por la Academia de Cine y de las Artes Cinematográficas de la Argentina y las agrupaciones de productores (CAIC, UIC, Asoprod, Apima y Cadicine) dice lo siguiente: “Ante el pedido de renuncia realizado al Presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Dr. Alejandro Cacetta, resulta imprescindible aclarar que el mismo llegó al cargo a partir de un consenso general de toda la Industria, que postuló su nombre en una asamblea democrática en acuerdo con el Ministerio de Cultura de la Nación, un hecho sin precedente en la cultura nacional.

Es por este motivo que el pedido de renuncia resulta sorpresivo y supone un cambio en el concepto de institucionalidad y transparencia que, desde el Ministerio de Cultura, se impuso oportunamente al momento de elegir a las autoridades del Incaa.

Conocemos la integridad personal y profesional del Presidente del Incaa, y rechazamos las imputaciones de supuestas irregularidades o hechos de corrupción que, con absoluta liviandad y falta del rigor, fueron formuladas públicamente.

Las labores de Alejandro Cacetta al frente del organismo, el corto plazo de su gestión, incluyen varios hitos que hoy son propiedad de todos: la puesta en marcha de la Cinemateca Nacional (Cinain), el ambicioso plan de formación de publico y generación de audiencias, llamado “El cine va a la escuela”, la puesta en valor a los Espacios Incaa, Incaa TV y la plataforma Odean, rebautizados hoy como Cine.ar y el Plan de Fomento 2017 realizado con el aporte de todo el sector.

El medio audiovisual es un sector plural, democrático y exitoso que genera miles de puestos de trabajo calificado al año y cuyos resultados son consumidos masivamente en todo el mundo.

Para afianzar estos logros es indispensable seguir en el camino de la institucionalidad, trabajando en conjunto entre el Estado y las entidades que nuclean a todos los trabajadores del sector, apegándose a lo que indica la Ley de Cine.

La toma de decisiones sin consenso ni diálogo, no hace mas que replicar las prácticas que necesitamos abolir de una vez y para siempre, si lo que se busca es tener un proyecto de país industrializado, económicamente sustentable y culturalmente desarrollado.