Apostar a la responsabilidad social, la concientización y un refuerzo en los controles: por ahora, esta es la política que adoptará el gobernador Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. Tras mantener un encuentro con intendentes de la Costa, el gobernador llamó a cuidarse "como en los peores momentos" y advirtió que, si bien aún no se implementarán nuevas restricciones, de continuar el aumento de casos de Covid-19 podrían anunciarse nuevas medidas la semana que viene. "Estamos ante la posibilidad que esto sea un rebrote o el inicio adelantado de la segunda ola. Está en nuestras manos empezar a remitir los casos", indicó.

Axel Kicillof brindó una conferencia desde la ciudad de San Bernardo luego de reunirse de manera presencial con los jefes comunales del partido de la Costa --y luego de manera virtual con los otros 135 intendentes e intendentas-- para evaluar la situación epidemiológica y el crecimiento de los contagios tras las fiestas de fin de año. Allí, el gobernador finalmente anunció que no se implementarían nuevas restricciones ni toque de queda sanitario, sino que, de momento, se apelaría a un mayor "énfasis en el cumplimiento de las medidas de cuidado". Este anuncio, sin embargo, arrastra una advertencia velada: si la apelación a la responsabilidad social no funciona, la semana que viene se tomarán medidas más fuertes. "En este momento no estamos en una situación de peligro, pero si los casos continúan aumentando no vamos a dudar en tomar las medidas que haya que tomar", aseguraron fuentes del gobierno bonaerense a Página/12.

Aumento de casos

"En las últimas tres semanas se produjo un aumento importante de casos", advirtió el ministro de Salud, Daniel Gollán durante la conferencia --en la que participaron también el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, el ministro de Seguridad, Sergio Berni, y el intendente del partido de La Costa, Cristian Cardozo-- e indicó los tres indicadores que le generaban mayor preocupación: la cifra de contagios, que pasó de mil casos diarios a más de 3 mil; la positividad, que subió del 20 por ciento al 40 por ciento; y el aumento de los llamados a la línea 148, a la cual se hacen consultas por síntomas compatibles con el coronavirus. "Hay que cambiar el chip. Está peligroso, hay mucho riesgo y hay que cuidarse muchísimo de cara a lo que queda del verano", indicó Kicillof, quien llamó a "fortalecer los controles, incentivar y pedir a la población que vuelva a cuidarse como lo hacía en los peores momentos porque puede llegar a una situación crítica".

¿Por qué, pese el aumento de casos, el gobierno provincial no anunció nuevas restricciones? "Todavía no estamos en una situación de emergencia como la que nos encontrábamos hace unos meses. Todavía podemos apelar a que la gente vuelva a respetar los protocolos y las medidas de cuidado. El aforo en las playas, el control de fiebre, la limpieza, el distanciamiento social: hay un montón de medidas ya existentes que no se cumplen y que hay que reforzar. Tenemos que empezar por ahí, agregar prohibiciones y que después no cumplan el distanciamiento no es una solución", indicaron desde el gobierno bonaerense. Esta postura, compartida por gran parte de los intendentes de la Costa, apuesta a incrementar las fiscalizaciones y controles en las calles, las playas, los locales gastronómicos. Y, principalmente, apuesta a la persecución y eliminación de las fiestas clandestinas, que se multiplicaron durante el primer fin de semana de enero.

Por otro lado, sin embargo, hay unos 15 municipios que deberán retroceder de fase la semana que viene por el aumento de contagios. Esto significa que, pese a la negativa de anunciar nuevas restricciones, el sistema de fases basado en la situación epidemiológica de cada distrito permanece vigente y, en el caso de que aparezca un brote masivo, se cerraran algunas habilitaciones.

Temporada de verano

Más allá de algunos pocos contrapuntos, el encuentro entre Kicillof y los intendentes de la Costa previo a la conferencia de prensa se desarrolló en muy buenos términos. Los jefes comunales que participaron de la reunión presencial --entre los que se encontraban Martín Yeza (Pinamar), Gustavo Barrera (Villa Gesell), Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Carlos Sánchez (Tres Arroyos), Cristian Cardozo, entre otros-- salieron muy satisfechos del intercambio. Uno de los mayores miedos era la posibilidad de que el rebrote obligase a cerrar la temporada de verano, pero desde el gobierno provincial les aseguraron que, de momento, aquello no era una posibilidad. 

Uno de los principales focos de conflicto giró en torno a las fiestas clandestinas. En el último fin de semana, Mar de Plata desactivó unas 50. Hace unos días, se viralizaron numerosos videos de las playas de Pinamar con decenas de chicos y chicas bailando pegados sin ningún atisbo de respeto al distanciamiento social. Por este motivo comenzó a surgir el rumor de que se estaba analizando la posibilidad de aplicar un toque de queda sanitario que combatiera "la noche". Una propuesta que fue rechazada de pleno por intendentes y, de momento también, por el mismo gobierno bonaerense. 

"El sistema de Salud de Pinamar hoy tiene una amplia disponibilidad. ¿Cómo justificas frente a la población la declaración de un toque de queda cuando tenés un 85 por ciento de disponibilidad hospitalaria? El problema acá es la clandestinidad, es decir que hay gente que no respeta las normas que está proponiendo el Estado. Hay que ser creativos y trabajar para evitar estas fiestas, pero no sirve de nada aumentar las prohibiciones", explicó a este diario Martín Yeza, quien aseguró que las imágenes que habían circulado en los últimos días "no son representativas de lo que esta ocurriendo en toda la ciudad". Esta suerte de discurso garantista respecto a las fiestas clandestinas pegó hasta en los intendentes Juntos Por el Cambio, como Yeza o Montenegro, quienes hicieron hincapié en que el foco había que ponerlo en prevenir las fiestas más que en buscar nuevas prohibiciones. 

Informe: María Cafferata