Desde Santa Fe

Omar Perotti se emocionó ayer tras tomarle el juramento a los tres ministros que asumieron en la Casa Gris: Marcos Corach (Gestión Pública), Roberto Sukerman (Gobierno) y Juan Manuel Pusineri (Trabajo) y agradecer la “tarea y el esfuerzo” del saliente, Rubén Michlig, quien fue reemplazado por Corach, pero pasó a otro cargo estratégico: jefe de asesores del Poder Ejecutivo. Michlig recibió un aplauso sostenido del salón Blanco cuando el gobernador anunció que seguirá en el gabinete, pero en otro rol y “eso es una alegría”. Es que Perotti acordó el pase de Michlig a otro puesto para aflojar las tensiones políticas entre éste y el ministro de Economía, Walter Agosto, que era otro de los secretos a voces en los corrillos oficiales. Así que ahora, la articulación con el equipo económico estará a cargo de Corach, quien integrará junto con Sukerman “la última línea” de la Casa Gris, según la definición futbolera del propio ministro de Gobierno. “Seremos los zagueros del gobernador para que no todas lleguen al arco de Perotti, que podamos contener las situaciones y administrar la provincia junto con el gabinete. Es una tarea de muchísima responsabilidad”, aceptó Sukerman.

Los tres ministros juraron por “el pueblo de la provincia”. Primero, Sukerman, después Pusineri y por último Corach porque a su designación la tuvo que refrendar el ministro de Gobierno. Los decretos son el 16, 18 y 21. El protocolo se completó cuando la escribana de Gobierno, María Rojo, leyó las actas y las hizo firmar por Perotti, la vicegobernadora Alejandra Rodenas y los designados. El saludo de la vice fue con los pulgares en alto.

El acto terminaba cuando Perotti se acercó al micrófono. “Quiero agradecer a los ministros por la decisión tomada y el compromiso asumido”, les dijo a Corach, Sukerman y Pusineri. “El éxito de ustedes será el éxito de los santafesinos y santafesinas”.

Allí fue cuando el gobernador agradeció a Michlig, que estaba sentado en la primera fila. A la derecha, seguía Agosto. "Agradezco a Rubén por su tarea y su esfuerzo”, reconoció el gobernador. El aplauso llenó el Salón Blanco. “El nos va a seguir acompañando, lo cual es para todos nosotros una gran alegría”. El cambio estratégico descomprime la relación con Agosto y deja a Michlig como jefe de asesores del Poder Ejecutivo, así que ahora atenderá al lado del principal despacho de la Casa de Gobierno.

Perotti agradeció también y “muy especialmente a las familias de cada uno de los ministros, que son quienes en el día a día sobrellevan ausencias, muchas veces críticas, lecturas que no gustan y comentarios que ustedes saben mejor que nadie que no son”. “Es una fortaleza de la que necesita cada uno de ellos. Una fortaleza de estar acá, acompañándolos. Muchas gracias”, les dijo el gobernador. La emoción se notó en el tono de voz.

Ya a la tarde, Sukerman había definido al dúo que integrará con Corach con una metáfora de tablón. “El Ministerio de Gobierno es trasversal porque junto con el Ministerio de Gestión Pública son la última línea. Los encargados de ser los zagueros del gobernador, que no todas le lleguen al arco, que podamos contener las situaciones y administrar la provincia junto con el gabinete. Es una tarea de muchísima responsabilidad”, dijo al describir su tarea y la de su colega. En realidad, Corach oficiará como ministro coordinador, así se llamaba la cartera en el gobierno de Jorge Obeid cuando operaba en la práctica como una Jefatura de Gabinete.

El ministro de Gobierno debutó también en el entredicho con la Legislatura. “No tiene que firmar cheques en blanco, ni ser una escribanía”, pero tampoco poner “palos en la rueda”, reprochó. Y recordó que el “mandato” que recibió de Perotti es “dar respuestas, ser transparente y explicar todo. Eso es lo que hicimos (en su tarea anterior en el Ministerio de Trabajo) y es lo que haremos. El gobernador no decía: atiendan a todos, así que estamos a disposición”.

El primer reclamo de Sukerman fue para el bloque de Miguel Lifschitz en la Cámara de Diputados que cajoneó las dos leyes de conectividad, con media sanción del Senado que el gobernador incluyó en las sesiones extraordinarias. “Que no salgan las leyes no es en contra de Perotti o del gobierno. Es en contra de los ciudadanos y ciudadanas que no tienen conectividad. No sólo los pueblos del norte, que no tienen el servicio. En Santa Fe y en Rosario hay barrios que tampoco lo tienen y no porque la imposibilidad física de la fibra óptica, sino porque a las empresas no les importa o porque hay personas que no pueden pagar el servicio pero se merecen tener la gratuidad de la conectividad. Hay que pensar. Cuando se le niega una ley que quiere desarrollo de la provincia, también se le niega a la sociedad”, concluyó.