El llamado que no llegó en 2020 apareció en las últimas horas y Marco Ruben, al contestar, no dudó: vuelvo a Central. El Kily González tomó el mando de la crisis de gestión de grupo, se reunió con Emiliano Vecchio, conversó con Ruben, luego hubo diálogo entre los tres, breve pero claro para que los protagonistas dejen a un lado vanidades y ambiciones personales con el objetivo de levantar a Central de su pésimo momento. Se viene una renovación que comienza con la vuelta del goleador, también se espera el retorno de Jorge Broun y Pablo Alvarez y se negocian las desvinculaciones de Jonathan Bottinelli, Diego Novaretti y Alan Bonansea, entre otros.

La crisis de liderazgo que sufre Central y que dio cuenta este diario en su pasada edición del martes tuvo continuidad en las últimas horas y todo se desencadenó con la vergonzante eliminación en Copa Argentina ante Boca Unidos en San Nicolás. Después de que el preparador físico Ernesto Colman le preguntara a Vecchio delante de sus compañeros por qué pidió su salida del club, el profesor no volvió a Arroyo Seco. Su renuncia fue consecuencia del desgaste que su figura produjo, asumiendo el rol de “ogro” en el cuerpo técnico por sus exigencias.

Vecchio, al conocer la decisión de Colman, también dijo que se iba. Era martes a la noche, luego de la práctica vespertina sin Colman. El Kily, por primera vez, tomo el mando de la crisis. Se fue a la casa de Vecchio en Funes y lo convenció para que se quede. En ese encuentro el entrenador le adelantó al volante la decisión de intentar persuadir a Ruben a que vuelva. Vecchio, debilitado en el plantel por sus actitudes, no puso reparos en la vuelta del ídolo.

Lo que desencadenó el final de la novela fue la derrota en San Nicolás. El Kily, consciente de que necesita validar su crédito con la confección de un nuevo equipo, vio en la vuelta de Ruben la única posibilidad de extender su trabajo al frente del plantel superior. Y ante su llamado, el delantero lo sorprendió con una respuesta positiva.

El anuncio llegó después de un breve diálogo entre Vecchio, Ruben y González. Sin ánimos de confrontar, Vecchio abrió el diálogo dejando a un lado su ego. “Marco, vos sos mi capitán”, expresó. Ruben nunca pidió tal condición pero su vuelta se da en el marco de la relevancia que tiene su figura. Es ídolo del club, su nivel está por sobre cualquiera en el plantel y su vuelta supone una renovación de ilusiones que ahora deberá sostener en el tiempo el Kily González con su trabajo.

La semana que viene todos estarán juntos en Arroyo Seco para dar inicio a la pretemporada. Pero la renovación será profunda. Porque el club rescindirá contrato con jugadores que no estuvieron en el nivel esperado. Bonansea apenas sumó algunos minutos y no será tendido en cuenta. Con Bottinelli y Novaretti habrá conversaciones para rescindir los respectivos vínculos. A Fabián Rinaudo intentaran que renueve, más ahora que Vecchio dejó a un lado su aspiración de ser el líder del equipo. Entre los regresos, el Kily aceptó la vuelta del defensor Pablo Alvarez, aunque se desconoce cúal es su condición física. Y por Broun se extenderán las conversaciones en los próximos días porque todos quieren al arquero de vuelta en Central, aunque el club no puede invertir el millón de dólares que se pide en todo concepto para tener al uno por tres años.