La comisión de Seguridad en Diputados que controla la oposición provincial no se dio por enterada de que el ministro Marcelo Sain desistió de acudir hoy a la reunión a la que lo invitaron. Y por la tarde volvieron a invitarlo por nota, ya con algunas concesiones: de acuerdo con que haya taquígrafos registrando el encuentro, también que se haga en el recinto de sesiones si los legisladores que quieren asistir exceden la sala chica; pero nada de periodistas ni público presente. Mucho menos, transmisión por streaming, como había pedido el más vehemente de los funcionarios de Omar Perotti. "Sólo ponen, excusas para no presentarse, porque en Rosario la situación está muy caldeada", chicaneó el socialista Pablo Farías. Enfrente, el peronista Leandro Busatto había disparado antes: acusó a sus pares del Frente Progresista de tramar "un contubernio político oscurantista", y se declaró "cansado de los cambios sistemáticos de las reglas de juego por parte del presidente de la Cámara, Miguel Lifschitz. Por este secretismo en temas tan sensibles, Santa Fe es una de las provincias más violentas", descerrajó.

Sain desistió de acudir a Diputados luego de una reunión de diputados y funcionarios del Ejecutivo. Pero fueron los justicialistas Busatto y Lucila De Ponti quienes explicaron la decisión: "Es un hecho institucional grave que un funcionario público no pueda concurrir a dar explicaciones y charlar sobre la coyuntura política y de algo tan sensible como la seguridad", plantearon.

Pero como Sain no rechazó el convite con la formalidad del caso, los frentistas que controlan la comisión –también con Amalia Granata y Gabriel Chumpitaz, y con De Ponti en desacuerdo– volvieron a cursar invitación al ministro en busca de hacerle pagar costo político. "Reiteramos la disposición de tener una reunión de trabajo en el espacio físico que corresponde según la cantidad de diputados que quieran asistir y los protocolos necesarios. Esto es una reunión de trabajo y con seriedad que el tema merece. Nadie quiere hacer de esto un espectáculo para hacer politiquería", zanjó el titular, el radical Juan Cruz Cándido. Y replicó a Busatto y De Ponti: "Es costumbre ya del gobierno provincial y sus voceros de tirar dacusaciones graves sin sustento. El 30% del gobierno de Perotti se ha consumido mirando para atrás y acusando al resto", dijo.

Luego el senador radical Lisandro Enrico lanzó la piedra de exigir la renuncia de Marcelo Sain.

Entre las condiciones del ministro estaba abrir la reunión a otros legisladores y con la prensa de testigo, en el recinto de sesiones, además de que haya registro taquigráfico de lo conversado.  "Así fue con la visita de otros ministros como Daniel Costamagna, Adriana Cantero, Danilo Capitani; pero ahora se impide que haya taquígrafos, se cierran las puertas del recinto y que el ministro vaya con su equipo de colaboradores", dijo Busatto. Y recordó que en épocas del Frente Progresista en el gobierno, "hubo reuniones a puertas cerradas por acuerdo del presidente de la Cámara, socialista también (Antonio Bonfatti), y el ministro de ese momento, hoy diputado y radical (Maximiliano Pullaro), porque el tema era la escandalosa promoción del ascenso de un comisario", chuceó Busatto.

El diputado oficialista responsabilizó a Lifschitz de "cambiar reglas de juego sobre la marcha" y al interbloque opositor de "quebrar acuerdos de labor parlamentaria, y sancionar leyes por fuera de temarios acordados". "No lo toleramos más. Este tipo de reuniones secretas en Seguridad es uno de los gérmenes para que tengamos una de las provincias más violentas de Argentina", sentenció.

El segundo llamado a Sain ya concedió la posibilidad de hacerlo en el recinto de sesiones con todos los legisladores y con taquígrafos, pero nada más. "Es una reunión de trabajo, como se hizo con los ministros Agosto, Capitani, Costamagna, Sukerman; no es una interpelación, que sí es pública. Nosotros nunca pusimos condiciones para ir (cuando gobernaba el FPCS) a Diputados", replicó Farías a Rosario/12

La socialista Lionella Cattalini calificó la renuencia de Sain como "un papelón institucional porque en Rosario hubo cinco homicidios en 24 horas, y el ministro no da respuestas, busca excusas para no ir. Elige un circo mediático en lugar de explicar". Consultada por las leyes de reforma y plan de seguridad que envió el Ejecutivo en octubre no fueron tratadas en Diputados, la diputada repuso: "Esos proyectos no están frenados, los estamos estudiando, son largos, y si Sain tiene voluntad de que sean ley, debería venir a la reunión de comisión. Justo él viene a pedir a la prensa, que es un bloqueador serial de periodistas en las redes sociales", ironizó.