Desde Roma.El flamante primer ministro de Italia, el economista y ex número uno del Banco Central Italiano y del Banco Central Europeo, Mario Draghi, juró este sábado junto a sus 23 ministros, ante el presidente de la República Sergio Mattarella. Y luego se dirigió a Palazzo Chigi, sede del consejo de ministros y donde trabajará, para recibir simbólicamente el poder sobre sus nuevas oficinas de manos del primer ministro renunciante Giuseppe Conte.

Por el contrario de lo que muchos esperaban, ni Mattarella ni Draghi pronunciaron discursos al concluir el juramento en el palacio del Quirinale, sede de la presidencia, donde cada ministro se presentó sin ningún miembro de la propia familia, con mascarilla y fue ubicado en la sala del juramento muy distanciado de sus colegas.

Y Draghi tampoco habló ante la prensa ni siquiera luego de la ceremonia en Palacio Chigi, sede de la presidencia del Consejo de Ministros. Trascendió en cambio algo que dijo a los ministros reunidos por primera vez después de las ceremonias. “Es necesario trabajar juntos”, aun proveniendo de historias distintas, “para afrontar la difícil situación del país”, dijo Draghi. Los “intereses de parte” deben pasar a segundo plano, después de “las necesidades de Italia”. “Espero de ustedes la máxima colaboración. Vamos adelante unidos”, agregó, subrayando además que “el nuestro será un gobierno ambientalista”.

En efecto Italia tiene ahora, por primera vez en la historia, un ministerio para la Transición Ecológica, propuesto por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y los movimientos ecologistas recibidos por Draghi en las consultas previas. Pero el ministro designado para esta cartera no es del M5S como ellos esperaban, sino un técnico, físico y docente, Roberto Cingolani, director científico del Instituto Italiano de Tecnología de Génova entre otros cargos. Y por esta razón, el sábado se desataron las polémicas dentro del M5S donde algunos piden que se haga de nuevo una votación por Internet de todos los asociados, para aprobar o no que Draghi le haya dado el ministerio a un técnico. El jueves pasado, una votación siempre en Internet ya le había concedido a Draghi casi el 60 por ciento de votos favorables. Y este no es el único motivo por el cual muchos militantes del M5S están polemizando. Ya al menos un senador del M5S ha dicho que no votará a favor de Draghi cuando el Parlamento deba aprobar la semana que viene al nuevo gobierno.

De los 23 ministros (15 con cartera, los más importantes, y ocho sin cartera), 15 son exponentes políticos pero no máximos dirigentes del propio partido, y ocho son técnicos elegidos cuidadosamente por Draghi, como Cingolani, pero también el ministro de Economía, Daniele Franco, hasta ayer director del Banco Central Italiano y que con Draghi tiene muchos puntos en común.

Gobernador del Banco de Italia de 2005 a 2011, presidente del Banco Central Europeo de 2011 a 2019, Draghi fue recientemente nombrado por el papa Francisco miembro de la Academia de Ciencias Sociales del Vaticano. Y de parte de la iglesia italiana ya recibió todo el apoyo. “La Iglesia será un interlocutor atento y colaborador”, escribió el cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Gualterio Bassetti, en un mensaje de buenos augurios a Draghi.

Pero también la primera ministra alemana Angela Merkel, le deseó “todo lo mejor” en un mensaje que escribió en Tweeter. “Italia y Alemania colaboran para una Europa fuerte y unida y por un multilateralismo que ofrezca a nuestros jóvenes un futuro mejor”, escribió.

La pregunta que muchos se hacen, de fronte a un gobierno que contiene ministros de derecha (tres de la Liga de Matteo Salvini), de centroderecha (tres de Forza Italia de Silvio Berlusconi), de centroizquierda (tres del Partido Democrático que ya eran ministros con Conte, uno de Libres e Iguales, uno de Italia Viva de Matteo Renzi) y tres del M5S, cómo hará Draghi para llevar adelante el programa de gobierno. Es cierto que varios de los ministerios asignados al mundo político son “sin cartera” (como los tres ministerios de Forza Italia) es decir de mucha menos importancia que los ministerios normales, varios de los cuales fueron asignados a técnicos.

Si algo puede tranquilizar a los italianos es en parte el compromiso que los políticos dicen haber adquirido con el nuevo gobierno. Salvini, por ejemplo, ha prometido hacer un “juego de equipo”, Silvio Berlusconi ha dicho que “Forza Italia hará la parte que le corresponde”, Nicola Zingaretti del Partido Democrático ha prometido apoyar al nuevo gobierno “con lealtad” y Renzi dijo estar muy contento porque se trata de un gabinete “de alto nivel”.

Queda por ver qué sucederá en el Parlamento donde la semana próxima, posiblemente a partir del martes, el gobierno deberá pasar por el voto de confianza sin el cual no podrá empezar a trabajar.