La escena, ya en abstracto, empieza siendo polémica. Pero la cuestión se profundiza al sumar los nombres propios, cuando el ex goleador y actual directivo del Bayern Munich, Karl-Heinz Rummenigge, felicita irónicamente a Lionel Messi por el abultado salario que percibe, cifra que (curiosamente o no tanto) se filtró a principio de este año, posiblemente el último del astro en el Barcelona. "Me reí... sólo puedo felicitarlo, porque logró hacer un contrato astronómico", se refirió este miércoles el recordado futbolista alemán, y sus palabras se agregan al actual contexto del rosarino como un puñado de sal a una herida. Porque Rummenigge decidió salir a señalar a Messi sólo unas pocas horas después de la estrepitosa goleada por 4-1 que el PSG le propinó al Barça en su propia casa, pero también a menos de un mes de conocerse el rojo balance deficitario del club culé, y en medio de la tensión no resuelta por la forzada permanencia del argentino en la institución catalana.

El subcampeón mundial en España 1982 y México 1986 y ahora dirigente se refirió a la cuestión en una entrevista con el periódico italiano Corriere dello Sport, a propósito del sexto título de la temporada que el conjunto alemán conquistó al vencer a Tigres en la final del Mundial de Clubes. El sueldo del astro rosarino, según publicó el diario español El Mundo, es de casi 75 millones de euros anuales netos y le permitió acumular 555 millones brutos desde 2017.

Luego de la risa, Rummenigge ofreció algo así como una autocrítica de los tiempos actuales del fútbol. "En los últimos 10 años todos hemos cometido errores, porque hemos gastado cada vez más a favor de jugadores y agentes -expresó-. La pandemia ha demostrado que tenemos que dar marcha atrás y volver a un modelo más racional. Un tope salarial quizás sería una buena iniciativa, pero en 2008 con (Michel) Platini como presidente de la UEFA y (Gianni) Infantino como director general, fuimos a Bruselas para ver si era un camino viable, y los políticos siempre nos han dicho que iríamos contra la ley europea. Quizás ahora sea el momento adecuado para hacer una nueva iniciativa y corregir lo que hemos estado haciendo mal. Espero que sea posible, pero no será fácil".

El ex futbolista alemán ha señalado a Messi como signo de la cuestión, pero es más que claro que el suyo no es un caso aislado: según las cifras publicadas por Forbes, el portugués Cristiano Ronaldo percibe anualmente 60 millones de dólares en la Juventus italiana y el brasileño Neymar, en el PSG francés, 70.5 millones de dólares, números que agrupan a las tres figuras entre la elite de los cinco deportistas mejor pagos del 2020.

También vale recordar, claro, que las ganancias que esos mismos futbolistas les generan a los sponsors, la televisación y los clubes son mucho más abultadas que los contratos que contraen con ellos: en el caso del crack rosarino, el ex presidente del Barça Joan Laporta destacó que "genera un tercio de los beneficios totales" de la institución, a la vez que un informe financiero publicado por Sport señaló que, aun contemplando su sueldo, el capitán blaugrana ha dejado al Barcelona con un saldo positivo de 235 millones de euros desde 2017 a esta parte.

"La gente quiere un fútbol más racional", propuso Rummenigge. El debate es bienvenido, claro, pero cuando el alemán señala a los dueños de las fortunas, parece pasar por alto los miles de millones que mueve mundialmente el fútbol más allá de Messi y de sus amigos.