La Asociación de docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Salta (Adiunsa) envió una nota al rector Víctor Claros manifestando su preocupación ante la falta de claridad sobre el regreso a las actividades presenciales. La organización gremial señaló que para garantizar un mayor cuidado en la pandemia es preferible volver a pisar la Universidad una vez que todo el personal educativo esté vacunado. 

Además, instó a que las autoridades conformen las comisiones de Condiciones y Ambiente de Trabajo, estipuladas en el Convenio Colectivo de Trabajo desde 2015, una de las recomendaciones de la Conadu Histórica para establecer el regreso a la presencialidad. 

El secretario general de Adiunsa, Diego Maita, aseguró que un escenario deseado es que "podamos asistir una vez que estemos vacunados porque hasta hoy, es el mayor cuidado posible". Las autoridades universitarias habían adelantado a Salta/12 que el regreso a la presencialidad iba a ser en junio, pero que desde marzo estaría habilitada la asistencia de estudiantes y docentes que tengan que hacer sus prácticas, como ocurre en los laboratorios. 

Maita dijo que expresaron su "preocupación porque, más allá de trascendidos periodísticos, sentimos que sigue habiendo un vacío fuerte en lo comunicacional" por parte de las autoridades de la Universidad. 

Maita contó que en algunas unidades académicas se hicieron convocatorias a los docentes para actividades puntuales. Ante ello, dijo que la preocupación es por saber si "todo eso se hace o no conforme a lo que son los protocolos" establecidos por la Nación, la Provincia y la misma Universidad. 

En ese sentido, planteó el principal problema que va a enfrentar la Universidad para garantizar uno de los pilares de los protocolos: el distanciamiento social. Maita indicó que tanto las aulas como los boxes de los docentes carecen de espacio suficiente para posibilitar el trabajo con distanciamiento. Esto se evidencia año tras año, con aulas superpobladas y que incluso lleva a que muchos estudiantes deban tomar clases sentados en el piso o desde afuera. 

"Hay aulas que no dan abasto", ratificó Maita. Lo mismo dijo sobre el espacio que los docentes tienen para recibir las consultas. Se trata de espacios de aproximadamente 3 por 3 metros, donde solo una persona podría trabajar, si se aplicara el distanciamiento. 

En ese sentido, el gremio viene llamando la atención sobre el hecho de que el Rectorado no anunció aún como se hará frente a esta situación, y recordó asimismo que pidió reiteradamente que se le permita integrar el Comité Operativo de Emergencia de la institución académica. El primer pedido fue el 16 de marzo del año pasado. "No tenemos mucha idea de cómo avanza esto y sabemos en el plano del trabajo no docente (administrativo y de maestranza) que hubo quejas de trabajadores que fueron a trabajar en actividades que no eran esenciales", agregó Maita. 

Por eso, Adiunsa volvió a solicitar que las autoridades sumen al gremio en los espacios en los que se esté discutiendo el retorno a las actividades presenciales. En la nota enviada al rector recordó que de acuerdo a lo planteado por la Conadu Histórica, "cualquier retorno a la presencialidad debe respetar la convocatoria en todas las universidades nacionales a paritarias particulares y Comisiones de Condiciones y Ambiente de Trabajo". 

Esas comisiones deben estar conformadas por la representación institucional de la Universidad y el sector gremial. El secretario general de Adiunsa sostuvo que hoy es "urgente" que funcionen, pero "no se convoca". 

Asimismo, sostuvo que si continúan llamando a los docentes a actividades puntuales, esto tiene que hacerse de manera formal, mediante una resolución. Indicó que de esa manera se podrá dejar en claro cuál es el marco de cobertura, en relación a las aseguradoras de trabajo (ART) y las normas de bioseguridad a seguir. "Capaz que existe, pero no se comunica", afirmó.

En comparación con el regreso a clases en los otros niveles, Maita dijo que en el plan que presentó el Gobierno de Salta "hay un esquema establecido". "Aunque sea deficiente, hay un intento de poner un marco normativo y en la UNSa no lo tenemos con claridad", reclamó. 

"Entendemos que el proceso educativo tiene su principal sentido en la presencialidad, pero antes que eso está la salud de los compañeros y compañeras", planteó. Aseguró que en lo peores momentos que se vivió con la pandemia el año pasado, sobre todo a mediados de julio, la ocupación de camas de terapia intensiva en Salta no llegaba al 90%, y hoy, ante el incremento de casos nuevamente, el porcentaje está llegando a ese número. 

Señaló que si hoy se decide volver "estamos en las mismas condiciones de julio porque el grueso de la comunidad no ha sido vacunada", salvo los docentes de la Facultad de Salud, que por ser personal sanitario que se desempeña en distintas instituciones, recibieron las dosis. 

Aún con presencialidad o no, "seguimos sin solucionar el tema de la infraestructura tecnológica en los docentes y estudiantes" y "la conectividad y el equipamiento sigue sin ser solucionado", aseguró el representante gremial.