En Catamarca la brecha ocupacional entre varones y mujeres crea desigualdades y contrasta con las tareas de cuidado, asignadas principalmente a las mujeres. La última Encuesta Permanente de Hogares, en su informe para el Gran Catamarca del primer y segundo semestre de 2020, indica que el 33.90% de las personas que trabajaron durante esos meses entre 15 y 34 horas fueron hombres, mientras que el 24.90%, fueron mujeres. El total de las personas que trabajaron entre 15 y 60 horas a la semana fueron en un 65,80% hombres, y en un 55,20% mujeres. La diferencia más amplia se vio en el segundo trimestre de 2020, en donde el nivel de actividad de los hombres fue de un 15.9% más que el de las mujeres.

“Es una realidad que las mujeres que no trabajan fuera del hogar son las que cumplen las tareas de cuidado del grupo familiar, por eso es muy importante equilibrar el acceso, la permanencia en el empleo y el salario entre géneros”, dijo a Catamarca/12 Elizabeth Fontao, Jefa de la Agencia Territorial del Ministerio de Trabajo de la Nación.

“La pandemia generó que se incremente la desigualdad. Esto se evidenció cuando el Estado dejó de brindar servicios de cuidado y de educación con las escuelas cerradas" y "las mujeres tuvimos que hacernos cargo de la educación de niñas y niños y de los adultos mayores. No solo se invisibilizaron las tareas de cuidado, sino que además muchas mujeres tuvieron que dejar sus empleos para cuidar personas dentro de su hogar”, aseguró.

Según un informe sobre la brecha salarial de género en la estructura productiva de la Argentina elaborado por el Centro de Estudios para la Producción, del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, las mujeres ganan en promedio un 14% menos que los hombres por hora trabajada. El mismo informe indica que las mujeres alcanzan las 30 horas semanales remuneradas, en tanto que los hombres llegan a 40.

La OIT (Organización Mundial del Trabajo) dio a conocer que a nivel mundial, solo el 13% de las empresas medianas y grandes son dirigidas por mujeres. En Argentina solo el 35,1% de los puestos directivos están en manos de mujeres, aún cuando el 54% de las personas con títulos universitarios son mujeres, y representan el 55% de los doctorados a nivel mundial.

El mismo informe sobre la brecha salarial, indica que las mujeres destinan 6 horas semanales promedio al trabajo de cuidado no remunerado, mientras que los hombres, solo 2. En esta estadística se observa que las mujeres con menores ingresos destinan 8 horas, mientras que las de mayores ingresos, 3.

Perspectiva de género 

Catamarca elaboró su presupuesto 2021 “con perspectiva de género”, así lo informaron desde el Ministerio de Planificación y Modernización, que tuvo en cuenta en su elaboración, la brecha del 16% en la tasa de empleo entre varones y mujeres, y la evidente concentración de empleo femenino en los sectores administrativos. Para el área, “estos espacios son más sensibles a ser automatizados”.

“Estas variables nos llevaron a elaborar un presupuesto que nos permita tomar en cuenta la realidad de las mujeres", comentó Susana Peralta, ministra de Planificación y Modernización de Catamarca.

En septiembre de 2020 el Ministerio de Economía de la Nación puso en marcha la Mesa Federal de Políticas Económicas con Perspectiva de Género, una iniciativa de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género junto con la Unidad de Gabinete de Asesores del Ministerio de Economía, con el propósito de crear un espacio de trabajo con ministras, secretarias y equipos económicos de todas las provincias para acelerar la igualdad de género en la Argentina mediante políticas activas.

De los encuentros de esta Mesa surgió un documento que subraya que “La inserción desigual en el mercado de trabajo, la brecha salarial, la distribución asimétrica de las tareas del hogar y los cuidados no remunerados; los obstáculos que enfrentan las mujeres para ocupar puestos jerárquicos y de toma de decisión, entre otros factores, ponen en riesgo el acceso a derechos básicos de las mujeres y personas trans y aumentan las probabilidades de que pierdan o de que empeoren la calidad de sus empleos e incrementen sus niveles de pobreza”.

El documento agrega que “Estas son las causas de la feminización de la pobreza, que se complejizan en el contexto de pandemia. Frente a este escenario, es necesario fortalecer las herramientas y estrategias para que respondan tanto a las dinámicas estructurales como a las necesidades de la coyuntura. En este sentido, la perspectiva de género y el enfoque federal han mostrado ser imprescindibles”.