Las fuerzas de seguridad federales dieron un exitoso golpe al narcotráfico y decomisaron en el Aeropuerto internacional Gobernador Horacio Guzmán, de San Salvador de Jujuy, un cargamento de droga oculto en la mochila de un médico oftalmólogo. Se trata del médico Carlos Laje, quien portaba un frasquito gotero de 15 mililitros con aceite de cannabis de uso medicinal, diluido en una proporción de uno en cien en aceite de coco. Sí, del tamaño de un gotero de flores de Bach. Es decir, 1,5 diez milésima parte de un litro de aceite puro. El exitoso operativo se realizó ayer, 15 N, curiosamente Día Internacional del cannabis medicinal, cuando Laje regresaba de Jujuy a Córdoba, después de atender pacientes (niños) que requieren del aceite cannábico para no sufrir convulsiones ni dolores, y estuvo a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, dependiente de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
Laje es fundador de la primera Clínica del Cannabis en el país, en la ciudad de Córdoba, donde recibe pacientes con distintas patologías cuyos efectos sólo se pueden mitigar o mejorar con el tratamiento de aceite cannábico medicinal. Valga la mención: a través de Anmat, el Estado argentino habilitó la importación de muy reducidas cantidades de uno de los tipos de aceite de cannabis, el Charlotte’s para atender una ínfima parte de los pacientes.
La provincia de Chubut sancionó este año una ley que incorporó el aceite de cannabis al vademecum de la obra social estatal para que pueda ser entregado en hospitales públicos. 
El 1º de septiembre, la Legislatura jujeña votó el pedido al Ejecutivo de apoyo a la investigación clínica sobre el aceite de cannabis.
El 8 de noviembre pasado, un juez federal platense ordenó a una obra social el suministro de aceite de cannabis medicinal a un chico de un año y siete meses que padece síndrome de West, una variedad de la epilepsia. 
Dos días antes, la Pastoral Social de la Iglesia Católica argentina apoyó el uso de aceites cannábicos como paliativo a las dolencias.
Ayer, casualmente Día Internacional del cannabis medicinal, Carlos Laje regresaba de Jujuy, donde había viajado desde Córdoba para atender pacientes. Jujuy ya conocía la presencia pública de Laje: el 8 de octubre pasado, en un conocido hotel de la capital jujeña se desarrolló el Seminario de Medicina Cannábica, en la que participó como disertante. La Legislatura provincial, para ese efecto declaró de interés legislativo al seminario. 
De interés provincial, invitado a un seminario internacional, apoyado por la Iglesia y con orden de atención de un juez federal. Nada de esto pesó para la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
A las 14.40, Laje entró al área de seguridad del aeropuerto para tomar el vuelo AR 2535, que debía salir a las 15.10. El mecanismo es el habitual, es decir, un agente de la Aeroportuaria analiza en el scanner el contenido de los bolsos de mano y mochilas. La revisión es por elementos punzo cortantes, armas de fuego, y recipientes con líquidos de más de 100 mililitros. Laje llevaba un gotero de 15 mililitros, con no más de 1,5 diez milésima parte de litro de aceite cannábico.
Los federales le pidieron que se apartara de la fila, y le preguntaron qué llevaba en el gotero, etiquetado correcta y claramente como “aceite de cannabis diluido 1/100”. Y el médico declaró exactamente lo mismo y agregó que los 15 mililitros eran de uso personal.
La PSA no atendió razones: lo detuvo y abrió una causa por tenencia simple de estupefacientes que quedó a cargo del juez federal 2 de Tucumán, Luis Poviña.
Mientras desde Córdoba los abogados de Laje buscaban un defensor local, el médico sostuvo a través de su celular que “esto (el frasquito con 1,5 diez milésima parte de litro parta uso personal) va contra la ley nacional de estupefacientes. Esta norma deja fuera de la ley a miles de pacientes que son usuarios de cannabis medicinal. Desde que abrí la Clínica de Cannabis, en Córdoba, sabía que me enfrentaba a una detención como posibilidad. Está dentro de los riesgos de la lucha que decidí realizar.”
La clínica de Laje, que no consiste en un edificio sino que funciona en su consultorio, recibe a centenares de pacientes que buscan resolver sus padecimiento. La clínica fue abierta luego de la experiencia personal del propio médico: hace cinco años, detectó en su hija Magdalena, hoy de 10 años, un glaucoma congénito agudo, que si no es controlado puede conducir a la ceguera.
Laje, oftalmólogo de profesión, empezó a investigar todos los tratamientos conocidos hasta que su padre, también oftalmólogo, le recomendó una trabajo científico sobre el uso del cannabis medicinal. A partir de entonces, comenzó a investigar, se vinculó internacionalmente, y empezó a abandonar la mirada médica clásica hasta transformarse en uno de los referentes del uso medicinal del aceite de marihuana. Detenido el Día internacional del aceite de cannabis.