La escuela San Martín de Porres, la única para alumnos con Trastornos del Espectro Autista de la provincia de Buenos Aires, debe suspender sus clases hoy por otro partido de fútbol del club Almirante Brown, como ya sucedió otras 17 veces en los últimos tres años. El operativo policial desplegado alrededor del estadio Fragata Presidente Sarmiento, ubicado a 300 metros del colegio, implica la interrupción de la jornada educativa. “La Policía nos obliga a no abrir el establecimiento. Como el operativo de seguridad empieza cuatro horas antes del partido, y el encuentro es a las 14.05, el instituto sólo podría desarrollar sus actividades por una hora”, explicó Claudio Hunter Watts, psicólogo y coordinador terapéutico del San Martín de Porres. Según Watts, antes de 2014 los partidos eran los fines de semana y fuera del horario laboral, pero luego cambiaron los horarios por cuestiones de la televisación. Desde 2016, tanto directivos como padres de los chicos envían notas a la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte  y a la Asociación del Fútbol Argentino  para reclamar que suspendan la programación de los encuentros en días hábiles, pero nunca recibieron una respuesta. “Evidentemente, Aprevide y AFA están más interesadas en los negocios del fútbol que en el tratamiento de personas con autismo”, dijo Watts. Antes de 2014 los partidos eran los fines de semana y fuera del horario laboral, pero luego cambiaron los horarios por cuestiones de la televisación.