Antes de llegar a este presente en Estados Unidos, Mariana Larroquette estuvo cinco temporadas en River, dos en Universidad de Chile y tres en UAI Urquiza. Además, fue tres veces goleadora del torneo local y se fue a Europa para convertirse en la primera argentina en participar en la Liga de Noruega, una de las seis más importantes del mundo. Antes, también, disputó la última Copa Mundial en Francia, donde fue protagonista de la remontada histórica ante Escocia, que finalizó 3-3.

Ahora, la jugadora oriunda de Castelar que suma más de 300 goles en el fútbol argentino se enfrenta al reto de llevar sus definiciones al hogar de las campeonas del mundo. Tiene a su favor el talento, la disciplina y claro, ese largo camino recorrido. “Cuando estoy acá, a veces por ahí, no pienso en que estoy en la mejor liga del mundo. Hoy, casi con 29 años, lo miro desde otro lado: me tengo que divertir, voy a estar dos años acá y la oportunidad de jugar, de ser titular o de lo que sea, ya va a llegar. Empezar por divertirme va a hacer que me suelte más futbolísticamente”, dice instalada desde hace un mes y medio en la ciudad de Kansas.

¿Cómo es competir por un lugar en el equipo?

–Es una competencia sana y tenemos un plantel bastante largo. Por un lado tengo a Amy Rodriguez, que es la capitana y dos veces medallista olímpica, así que por ahí está casi imposible, pero jugamos con tres delanteras, entonces tenemos dos puestos más para pelear. A veces juego de enganche también, no es tan cerrado el equipo y es un equipo nuevo, el técnico es nuevo y todas nos estamos conociendo. Pero lo más importantes es que la competición es sana.

El otro día subiste un video a redes de un cabezazo en un entrenamiento…

–La que me festeja el cabezazo es otra delantera. A veces pienso que en Argentina esas cosas no pasan, capaz que estamos pensando en que a otra le vaya mal para que yo juegue. Desde ese lado digo que es realmente sana la competición acá.


Antes, pero poco antes, en febrero de este año, Larro viajó a Estados Unidos para disputar la She Believes Cup. La Selección Argentina fue convocada para disputar ese torneo amistoso en reemplazo de Japón, que no pudo participar por la situación sanitaria de ese país debido a la pandemia. Allí, las argentinas dirigidas por Carlos Borrello se midieron con las mayores potencias del fútbol femenino mundial, Brasil, Canadá y Estados Unidos.

Hay un deseo de que a la Selección le vaya bien y en ese deseo hay un exitismo que le exige a la Argentina ganar todo lo que juega. ¿Cómo fue saber que iban a jugar la Copa She Believes?

–A mí me encantó saber que íbamos a jugar contra el mejor equipo del mundo, no es que íbamos a pasear. Claro que lo quería jugar pero sabía a qué nos enfrentábamos, no se le puede jugar de igual a igual a un campeón del mundo, me parece que eso en Argentina no se piensa. Somos buenas, sí, tenemos buenas jugadoras, claro que las tenemos, pero los años de formación no se pueden igualar. entonces no pueden exigirnos. Yo soy la goleadora de Argentina, ¿y...? Con eso no me alcanza, las defensoras de Estados Unidos tiene años de trabajo, años de ganar campeonatos del mundo, olimpíadas. Sí, claro, podemos ser las mejores de Argentina pero cuando salimos, la realidad es diferente.

¿Cómo viviste los partidos con Brasil y Canadá?

–Por nuestras características, nos vamos a plantar frente a cualquiera, pero con eso no alcanza, no es “te choco, te hago una falta, te tiro un caño” porque la realidad es que después, no pasamos la mitad de la cancha, entonces el tema no es plantarse. No nos vamos a convertir en unas pecho frío, eso no va a pasar nunca porque está en nuestra esencia, pero con eso solo no alcanza. No sé si hubo crecimiento en lo futbolístico; de carácter sí, claramente sí, pero estoy un poco cansada de esos comentarios que dicen “las pibas se la re bancan”. Sí, claro, obvio que la vamos a bancar, pero si después no podemos pasar la mitad de la cancha, ese es problema nuestro también.

Hay un respaldo permanente hacia las jugadoras y una crítica permanente al cuerpo técnico. ¿Qué les pasa a ustedes con eso?

–Es difícil y siempre voy a hablar desde mi lugar: nos enfrentamos a Brasil y no podemos dar dos pases seguidos, ¿eso es culpa del técnico o culpa nuestra? Somos nosotras las que a veces no podemos dejar el egoísmo de llevarnos la pelota, de esconderla o tenerla para que te saquen la foto cuando te rodean cinco rivales. Tenemos que mejorar en muchos aspectos que tendrán que ver con el técnico o no, pero después, en los entrenamientos, en los partidos, las que movemos la pelota somos nosotras. Seremos las mejores en Argentina pero contra Brasil, contra Canadá, contra Estados Unidos, no somos buenas, somos buenas defendiendo pero no alcanza.

Se critica que es un planteo mezquino.

–Es que el problema pasa por creer que todos son Chile, Colombia o Bolivia. No estamos en un nivel donde a cualquiera le jugamos como queremos, contra Estados Unidos más vale que me voy a salir a defender, si después no llego al otro lado. Siento que la gente que habla así no entiende nada del fútbol femenino de Argentina, hay mucha crítica superficial sumada a un gran desconocimiento de la realidad del fútbol femenino del país.

¿Qué expectativa tenés para la próxima fecha FIFA?

–Es un momento difícil, porque muchas jugadoras no pueden viajar, vamos con muchas juveniles y a ellas les va a venir muy bien. Creo que con Venezuela va a ser un partido difícil, porque ellas tienen a todas sus titulares. Va a ser un torneo donde se va a tener que dejar de lado el resultado más allá de que la jugadora argentina siempre va a querer ganar, pero bueno, va a servir mucho para hacer crecer a las juveniles.

Se discute la idea de viajar a “sumar experiencia” como una excusa para dejar de lado el resultado, ¿qué pensás de eso?

–Para mí no es una excusa, es lo que necesitamos. Argentina nunca tuvo fechas FIFA, a la Copa América 2018 fuimos sin jugar nada antes. Veamos qué pasa en la próxima Copa América teniendo todas las fechas FIFA que vamos a tener. Después de eso nos pueden criticar. Si tengo que salir a decir que no entienden nada de fútbol femenino lo voy a decir, porque hoy necesitamos sumar experiencia.

¿Qué lugar ocupa Argentina respecto del resto de Sudamérica?

–Argentina hoy por hoy está peleando un tercer o cuarto puesto. Sabemos que Brasil es ampliamente el primero, el segundo puesto se lo pueden estar peleando Chile con Colombia y nosotras pelear el tercero con Colombia y quizás Venezuela o Paraguay.

¿Notaste cambios en tus compañeras desde que comenzó este éxodo de jugadoras al exterior?

–Sí, hay una competencia real cuando entrenamos todas juntas, leal siempre, pero es querer ganar hasta en los entrenamientos. Eso es lo que le sirve a Argentina: tener jugadoras que piensan cada entrenamiento como un partido, eso es lo que nos va a hacer crecer.

*Romina Sacher