Los paisajes sonoros de Alborya disponible en plataformas digitales– evocan momentos diversos y relacionados, con la voz de Pau Soca que agrega una luz distintiva. Una organización que da estructura y señala un nuevo paso en la trayectoria de Mobyfreak, el grupo de jazz-fusión que integran Javier Allende (batería), Gustavo Marozzi (guitarras), Marcelo Vizzarri (piano, teclados) y Julio Fioretti (bajos).

“El primer disco es más eléctrico, por decirlo de alguna manera; es más golpeador, con muchos temas muy poderosos. Pero ahora hicimos un viraje, que apunta a algo si se quiere más acústico, más cercano al jazz, con temas más experimentales pero dentro de un marco de mayor tranquilidad. No quiere decir que hayamos abandonado lo anterior, de hecho me gusta mucho lo que se llama ‘fusión’, pero también me gusta el jazz, que en el disco anterior prácticamente no había”, comenta Julio Fioretti a Rosario/12.

Albor establece diálogos sonoros, cercanos a canciones que no lo son y con canciones que son algo más. Como explica el músico, “aquí nos propusimos algo más controlado, y aparecieron más composiciones de Marcelo (Vizzarri), con más pianística. Es algo que se fue dando de manera natural. En muchos temas está la guitarra muy limpia, cuando en el otro disco eso casi no pasa. Se fue a algo más cercano a la canción”.

En este sentido, desde la concatenación sonora que delinean las composiciones de Marozzi y Vizzarri, que son pasajes que enhebran un mundo propio, la voz de Pau Soca aparece como una luz distintiva; lo hace con “Alma de Diamante” de Spinetta y “Higher Ground” de Steve Wonder. Al respecto, Fioretti cuenta que la participación de la cantante “tiene que ver con un proyecto paralelo, ya que tocamos varias veces con ella, inclusive en el Festival de Jazz. Fue un proyecto que si bien no lo estamos continuando, queríamos que quedara plasmado, porque es parte de lo que hemos hecho durante estos últimos años de trabajo”.

De hecho, el músico agrega que hay más material y un nuevo disco está proyectado antes de fin de año, con más canciones interpretadas por Soca: “sería una continuidad con este trabajo, es un poco la idea. Pero uno no planifica perfectamente hacia dónde va, ésa es la realidad; fue así que ahora surgieron temas más acústicos y canciones, con un desarrollo tal vez más tranquilo. En el disco anterior hay algunas cosas escritas pero predomina la improvisación, mientras que aquí hay más cosas escritas y menos improvisación, si bien igualmente está”.

El hilo conductor que propone Albor es de una sonoridad propia, que dialoga y contrasta, como explica Fioretti, con el disco anterior, pero también se retroalimenta de composiciones ajenas –las que interpreta Soca– y de la evocación entrañable de ciertos nombres. En palabras del músico, “a los temas de Pau le dimos una vuelta de tuerca, porque son buenísimos y también porque han sido tocados bastante. Tratamos de darle un color diferente a ‘Alma de Diamante’, como con la intro de guitarra, que no es habitual en el género del rock, y le dimos un tratamiento más jazzero. En general somos bastante reacios a hacer composiciones de otros músicos tal como fueron hechas, por eso con mis grupos anteriores hemos privilegiado siempre los temas propios. Al incorporar dos temas que no eran nuestros, tratamos de agregar algo que justificara hacer un cover, y no hacerlo igual sino desde una vuelta sonora diferente. A Paula misma le hemos dicho que hiciera lo propio en cuanto a cómo cantarlo”.

-De alguna manera, es algo también presente en “McCoy” y “Thelonious”, que si bien son composiciones propias dialogan invariablemente con los músicos que evocan.

-En “Thelonious” se trata del cello y es un poco la idea de la armonía de las melodías, se quiso remitir a eso, al sonido de Monk. Igual que en “Pateando”, en donde la idea de Marozzi es una especie de homenaje al audio de Pat Metheny tocando acústicos, y pienso al respecto en un disco suyo como Bright Size Life, en trío con Jaco Pastorius y Bob Moses. Pero ya te digo, son temas que se componen con la idea de remitirse a una sonoridad particular, en este caso la de estos compositores.

-¿Cómo es el proceso de trabajo de Mobyfreak?

-Los temas normalmente llegan a los ensayos con partitura, pero hay muchísimo de trabajo de parte de cada uno. En bajo no tengo nada escrito y la batería tampoco, el piano tiene sus líneas pero la guitarra no. Todo se termina armando en el ensayo, no llega cocinado. Si bien hay una idea de lo que es, se le busca la forma: si va a tener solos, si habrá una intro, si se usará una guitarra más eléctrica o más acústica, si un bajo con trastes o sin trastes; hasta que uno se acerca a la grabación. Tenemos una metodología que por ahí no es la propia del rock, lo nuestro tiene más que ver con tocar el tema, es la forma que me gusta, la de tocar y ablandarlo en vivo, para luego reverlo y discutirlo hasta llegar a grabarlo con la mejor versión posible. Por supuesto, hay cuestiones como la melodía que no varían y dan estructura, pero hay pasajes de mucha interacción.