El árbitro platense Mauro Vigliano, que quedó en el centro de la polémica por sancionar un penal inexistente a favor de Racing con el que venció a Independiente en el clásico de Avellaneda, reconoció este lunes su error "gravitante" y remarcó que no hubo "nada más", ante las críticas de la dirigencia del "Rojo" y su supuesto vínculo con una razón política.

"No hay palabras para describir, solo los árbitros sabemos lo que nos pasa en este tipo de situaciones. No es fácil ponerlo en palabras. El árbitro es el primero que no quiere tener inconvenientes ni errores gravitantes en un partido, como el que evidentemente tuve el sábado. Pero no hay nada más que eso, no tiene nada que ver con la política", aseguró Vigliano, en referencia a las críticas que formularon los dirigentes de Independiente, sobre todo su presidente, Hugo Moyano, que vinculó el penal sancionado a sus diferencias con el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia.

En ese sentido, el árbitro platense pidió que el público en general entienda las sensaciones que les provoca a los jueces cometer este tipo de equivocaciones. "Es muy doloroso, entiendo al jugador, al hincha, al mundo que se siente perjudicado por la decisión, lo que el común de la gente no sabe es el dolor que nos genera también a nosotros", expresó Vigliano.

El árbitro, en declaraciones a TyC Sports, aceptó la sanción que anunció el director arbitral de AFA, Federico Beligoy, que lo frenará por una fecha a partir del error en la sanción del penal, que luego convirtió Enzo Copetti para darle la victoria a Racing sobre Independiente. "Respeto absolutamente todas las decisiones de Beligoy, él tiene en su cargo las herramientas de actuar como lo crea conveniente. En esta situación en la que no hay mucho que analizar, tiene en sus manos eso. Hablé con él, tuvo la deferencia de llamarme, lo comprendo absolutamente", sostuvo Vigliano.

Vigliano, de 45 años, lleva ocho partidos dirigidos en la temporada, siete por el torneo local y uno por Libertadores. Tres de ellos fueron con Independiente en cancha, durante el 1-0 sobre Patronato y el 6-0 a Sarmiento. En su carrera llegó a arbitrar además dos Superclásicos (1-1 en 2014 y 2-0 de River en 2019), como encuentros más destacados. El del sábado fue su primer derby de Avellaneda y, probablemente, su último.