Las empresas de excursiones de turismo y tour de compras sacaron su malestar a la calle en todo el país, y en Rosario esa expresión bloqueó durante la mañana el acceso a la terminal de ómnibus Mariano Moreno. El reclamo no solo apunta al decreto nacional que volvió a paralizar la actividad en el marco de las restricciones a la circulación social. También apunta al gobernador Omar Perotti, quien todavía no promulgó la ley ya sancionada por la Legislatura y que establece la emergencia para el sector: un paquete de beneficios impositivos y asistencia crediticia de rescate. 

El ingreso a la estación de colectivos en Córdoba y Castellanos amaneció ayer bloqueado por unos 30 micros de doble piso, una protesta que se replicó en numerosas terminales de las principales ciudades. El vocero aquí de la movilización, Marcelo Méndez, expuso una situación discriminatoria en su perjuicio. "El decreto del 8 de abril prohíbe los viajes de turismo, pero mientras tanto las líneas regulares pueden seguir transportante gente, y tenemos los mismos protocolos que obliga el Ministerio de Transporte de la Nación, pero no nos dejan trabajar", se quejó.

La restricción imperante desde la semana pasada obligó a este sector a guardar sus unidades otra vez, luego de una breve reactivación que había comenzado en diciembre pasado. "El año pasado estuvimos diez meses sin trabajar, nos endeudamos en planes de pago para seguir con los impuestos, nunca dejamos de pagar. Así que necesitamos que nos dejen trabajar o que nos ayuden económicamente", señaló Méndez a Sí 98.9.

Estas compañías de turismo venían del prolongado parate que impuso la pandemia en 2020. Y fue en ese marco que consiguieron que la Legislatura santafesina sancionara en junio pasado la ley de emergencia para el sector. La norma contempla diferimientos impositivos, otorgamiento de subsidios y aportes no reintegrables, créditos subsidiados, y la posibilidad de exenciones tributarias, a criterio del Ejecutivo.  

Pero el tiempo transcurrió, y todos los dueños que viven de los tours de compras y excursiones quedaron esperando esa ley, pero el Ejecutivo no la promulgó. "El gobernador no firmó, entonces la ley no se promulga, está cajoneada, y nos perjudican", se angustió el empresario del colectivo que dan en llamar "transportistas autoconvocados".

En el piquete de protesta no solo había esos ómnibus de doble piso, también referentes de agencias de viajes y otros exponentes de la cadena de servicio. "Acá no se tiene en cuenta que el turismo da mucho trabajo a mucha gente, maleteros, bares, gastronomía, hotelería, guías locales, turismo receptivo. Es una cadena. El año pasado nos endeudamos y no vemos salida", agregó. Y llegó a aseverar que "el turismo no contagia". Tal aseveración apunta a una afirmación del ministro de Transporte, Matías Lammens, quien reveló días atrás que entre enero y marzo hubo 12 millones de personas que se movilizaron en plan turístico por el país. Por eso Méndez interpretó: "No hubo contagios masivos como sí hay ahora, somos responsables, cumplimos los protocolos", dijo, pasando por alto que numerosos estudiantes secundarios están regresando contagiados de covid 19 de sus viajes de egresados.

En condición similar, pero fuera del bloqueo a la terminal de ómnibus, también se encuentran los dueños de minibuses y combis. "El último viaje que hicimos fue el 5 de marzo, nunca cobramos ATP, IFE ni nada. Quedamos librados a la buena de Dios el año pasado. Recién el 29 de diciembre hicimos algún viaje y ahora nos volvieron a cortar", lamentó Juan Torresi, de ese sector. "Queremos trabajar, esperamos que alguna autoridad nos atienda", concluyó.