Si hubo un equipo que mereció en la noche de Brasilia alzar la Recopa Sudamericana fue Defensa y Justicia. Es que el conjunto de Florencio Varela hizo un gran partido en el Mané Garrincha y, ya en el descuento, encontró el camino para desnivelar y ponerse 2-1 arriba con un tremendo zurdazo de Benítez, que le permitió igualar el global (3-3) y llevar la definición a un alargue que fue para el infarto. Hubo de todo, menos goles y la Recopa se definió en los penales: 4-3 a favor del Halcón.

Arrancó bien el equipo de Florencio Varela, entregando pequeñas dosis de su juego asfixiante, rápido y de pases simples y precisos. Esa energía se convertía por momentos en juego al límite en la zona de volantes, donde la agresividad de los dirigidos por Beccacece ganaba terreno.

La velocidad que le imprimió Defensa al encuentro promovió el intercambio de golpes. En ese vértigo, los de Varela tuvieron a los 15 minutos una chance clara para abrir la cuenta: Benítez sacó un tremendo remate desde afuera del área, Weverton dio rebote y ahí nomás conectó Pizzini, que no definió bien.

Unos minutos más tarde, a los 19, Meza intentó frenar un ataque certero de Rony y lo derribó en la puerta del área para que el árbitro uruguayo Leodán González cobrara el penal que, a los 22, Raphael Veiga convirtió para el 1-0.

No bajó los brazos Defensa y fue por el descuento. Fue todo mérito del Halcón lo que ocurrió a los 30: buena pelota profunda de Rodríguez por la derecha, desborde y centro atrás de Pizzini, para que Brian Romero definiera el 1-1 con un remate cruzado.

Palmeiras acusó el golpe y, contenido en su juego, se retrasó unos metros frente a un Defensa que, envalentonado, volvía a jugar cerca del arco de Weverton, que se lució sacando la pelota por arriba del travesaño tras otro tremendo remate de Benítez.

Promediando la segunda parte, una cosa quedaba clara en la noche brasileña: Defensa jugaba mejor que Palmeiras, que daba señales de vida a través del movedizo Rony. La impotencia de Palmeiras se hizo carne en Matías Viña, expulsado por una patada innecesaria sobre Frías.

Ya en tiempo de descuento, Benítez volvió a probar desde afuera y encontró lo que había buscado toda la noche: golazo para el 2-1 que llevó la final al alargue. En los 30 minutos finales hubo de todo: un penal de Unsain sobre Rony, expulsión de Romero tras el tumulto que se armó mientras el árbitro uruguayo revisaba el VAR, la atajada del arquero de Defensa ante un flojo remate en la ejecución de Gustavo Gómez, pero el resultado se mantuvo y la Recopa llegó a los penales, donde festejaron los visitantes.