Cañada de Gómez esta sitiada por fuerzas de seguridad y violan todo tipo de DDHH. Lo que tienen que entender el gobernador, el ministro de Seguridad Maximiliano Nicolás Pullaro, la intendenta local, Stella Clérici, el Concejo Deliberante en pleno, los diputados y senadores, entre ellos el senador del departamento Iriondo, Hugo Jesús Rasetto, que recuperar el Estado de Derecho costó mucho, que la democracia no es pasar por caja a cobrar el sueldo ni votar cada dos años, el Nunca Más se construye día a día. ¿Qué creerán que hacen mirando para otro lado cuando salen estos grupos con historias negras como "fuerza de inseguridad social" a maltratar y violar derechos? ¿Quiénes son los que le dicen 'dénle para adelante que tienen impunidad asegurada' a estos supuestos nuevos mesías salvadores de problemas?

Las fuerzas de seguridad dependen del poder político y no al revés, como nos quieren hacer creer. Ustedes son los responsables de hacer cumplir el estado de derecho, deberán responder por mal desempeño de funcionarios públicos. Como militante me da vergüenza que permitan estas barbaridades a estos impunes matones y prepotentes; comprometemos a los padres y pibes que están sufriendo represiones por estas fuerzas y decirles que no le tengan miedo y se acerquen a la Asociación de DDHH para realizar las denuncias en los lugares que corresponda, no solo a las fuerzas sino también a los funcionarios.

¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?

¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?

¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?

¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?

Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.

Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.

Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.

Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti. (John Donne)

 

Ruben Eduardo Moreno