En el cuarto trimestre de 2020, la participación del trabajo asalariado en relación al total de ingresos generados en la economía se ubicó en el 45,5 por ciento, lo cual implica una caída de 0,8 punto porcentual respecto a igual trimestre de 2019. En cambio, el  excedente de explotación bruto, que se usa normalmente para medir la masa de ganancias de las empresas, explicó el 45,2 por ciento de la "torta", con una suba interanual de 2,78 puntos porcentuales. El resto (13,2 por ciento) fue explicado por el ingreso mixto bruto, que se relaciona a los trabajadores independientes. 

El desagregado sectorial muestra que el mayor peso del salario se dio en la enseñanza, en donde explica el 98,1 por ciento del valor agregado sectorial. En el otro extremo está la agricultura, ganadería, caza y silvicultura, con el 19,7 por ciento. En la industria manufacturera, el peso promedio del salario sobre el valor agregado es del 35,5 por ciento; en la construcción, del 40,2 por ciento y en el comercio mayorista, minorista y reparaciones, del 27,6 por ciento. 

En cambio, durante el último trimestre del año pasado, el mayor peso de las ganancias empresariales se dio en hoteles y restaurantes (48,1 por ciento), seguido de comercio mayorista, minorista y reparaciones (28,2), construcción (23,1) e industria manufacturera (18,4).

El acumulado del 2020 arroja una caída del 17,5 por ciento en la cantidad de horas trabajadas. La caída más pronunciada se verificó entre los no registrados. Parte de ese deterioro se explica por la caída de los puestos de trabajo, del 7,5 por ciento en total. A eso se le agrega la reducción de la carga laboral sobre aquellos que mantuvieron su puesto.

De los casi 20 millones de puestos de trabajo con los que cerró el año, el sector público explica 3,5 millones. A nivel sectorial, el primer lugar es para comercio mayorista, minorista y reparaciones, con 3,3 millones de puestos. La industria manufacturera empleó a 2,4 millones de personas, mientras que la enseñanza hizo lo propio con 2,1 millones. Un escalón más abajo está la construcción (1,7 millones), administración pública y defensa (1,6); agricultura, ganadería y pesca (1,6); actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (1,4); servicios sociales y de salud (1,3); hogares privados con servicio doméstico (1,4 millones).