Fue sorpresa para casi todos menos para su entorno, dado que se venía negociando el asunto desde el mes de febrero. El ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó oficialmente que extenderá la gira europea para cosechar apoyos en el marco de la negociación de la deuda con el Fondo Monetario (FMI), con el agregado de un bonus track de peso. Culminada su visita a Francia, viajará a Rusia para una doble misión: seguir construyendo consenso político internacional para acuerdos sustentables de deuda; y hablar además de la posibilidad de que Argentina fabrique a nivel local la vacuna Sputnik V. 

Fuentes cercanas al ministro contaron a Página I12 que en Moscú Guzmán se encontrará con Cecilia Nicolini, asesora presidencial en temas sanitarios que ya ha estado en viajes a Rusia para traer vacunas. "La idea es profundizar la relación de cooperación estratégica", aseguraron. La agenda de encuentros tendrá reuniones para trabajar en conjunto en la prooducción de la Sputnik V en territorio argentino. Para lo cual buscarán concretar inversiones para nuevos proyectos. 

Desde el Gobierno explicaron que la parte científico técnica del acuerdo está bajo el ala de Nicolini y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, que ya vienen en una relación en el marco del plan de vacunas. Naturalmente, desde Presidencia se bajó linea de sinergia con Guzmán con el objetivo de conseguir la mayor cantidad de dósis posibles y de mayor procedencia. 

En paralelo, el ministro mantendrá en territorio ruso un encuentro con su par de Finanzas, Anton Siluanov, y con representantes de la Cancillería. Allí dialogará sobre las negociaciones con el FMI y sobre la necesidad de avanzar en reglas para que haya un aumento en la liquidez global del cual se beneficien los países de ingresos medios.

Tiempo de "soluciones creativas" 

La visita de Guzmán a Europa llegó a París con resultados positivos, al igual que el balance de todo el periplo, que inició en Berlín. La parada francesa es importante dado que el ministro se reunió con el titular del Club de París, Emmanuel Moulin, organismo con el que Argentina tiene una deuda de 2400 millones de dólares que tiene un vencimiento en mayo. Charló también con su par de Finanzas, Bruno Le Maire

Fuentes de la negociación contaron a este diario que se logró consenso tanto con París como con el resto de los países para buscar alternativas que eviten el default. "No le conviene a nadie", admitieron los europeos en las charlas con el Gobierno. El vencimiento con París es el 31 de mayo y es casi una fija que será pospuesto. 

¿Qué se espera con el Fondo? En la gira europea se charló de soluciones creativas. Se especula con que el acuerdo de Facilidades Extendidas cuente con un asterisco de extensión de plazos de pago. Así, se utilizarían los 4 o 5 años previos al primer desembolso para discutir un mayor plazo, que superaría el tope de 10 años del Facilidades. Ni el FMI ni el Club de París lo verían con malos ojos, según contaron fuentes de la negociación. 

En el encuentro con los franceses, se habló también sobre las relaciones entre la Argentina y Francia, y el trabajo en el G20 para afianzar reglas que conduzcan a una mayor estabilidad y sustentabilidad global. Asimismo, Guzmán y Le Maire coincidieron en la importancia de avanzar en políticas tributarias internacionales que resuelvan el problema de la elusión impositiva que se padece con las actuales reglas de la globalización. 

"Siempre es muy valioso el diálogo con mi par de Francia con quien seguimos edificando consensos sobre las relaciones de Argentina con el FMI y el Club de París, uniendo esfuerzos por un multilateralismo más sano para el mundo", afirmó Guzmán. En ese marco, también compartieron la necesidad de una negociación sustentable de la deuda. 

Al inicio de la gira, Guzmán se había reunido con funcionarios de peso en Alemania, con empresarios y gobierno de Italia, y con el Papa Francisco. La parada en el Vaticano es relevante por el intento oficial de recrear un escenario de apoyos globales que permita a la Argentina tener una negociación de deuda parecida a la que derivó en un arreglo con los acreedores privados. El contacto papal es fundamental si se tiene en cuenta el vínculo cercano del Sumo Pontífice con la alemana Ángela Merkel, silla pesada en los organismos, y con la propia jefa del FMI, Kristalina Georgieva.