El ex hombre fuerte de la barrabrava de Newell's, Diego "Panadero" Ochoa, sumó ayer una nueva condena a 5 años y 4 meses de prisión por "complicidad psíquica" en el crimen de Maximiliano "Quemadito" Rodríguez, ocurrido el 5 de febrero de 2013 en la esquina de Corrientes y Pellegrini. La actual pena se suma a una anterior por el asesinato de Roberto "Pimpi" Caminos, con lo cual tendrá que cumplir en total es de 18 años. El fiscal Pablo Socca argumentó que "el Quemadito tenia una larga de fila de gente que lo quería matar". 

La nueva condena para el Panadero se dio a través de un juicio abreviado de la camarista Carolina Hernández, quien declaró nulo un rechazo de primera instancia del juez Facundo Becerra. Ochoa fue condenado como partícipe secundario del asesinato del Quemadito. Los fiscales Socca y Luis Schiappa Pietra lo sacaron del rol de instigador y lo pasaron a actor secundario por un "refuerzo moral o complicidad psíquica" sobre una decisión ya tomada por otros.

El "Quemadito" fue asesinado a corta distancia días después de haber sido baleado en una pierna un mes después de salir de la cárcel de Piñero. La investigación por el crimen del Quemadito se inició hace 8 años, en el viejo sistema. En ese entonces el juez Javier Beltramone imputó al Panadero Ochoa por ofrecerles a Héctor “Porteño” Rodríguez, de 30 años; a Sergio “Chuno” Acosta, de 34, y a una tercera persona dinero y beneficios económicos ilegales vinculados a la barra de Newell´s para matar al Quemadito.

Para la acusación, el móvil de la ejecución fue el ataque que el Panadero sufrió el sábado 4 de septiembre de 2010 en medio del partido de Newell's e Independiente. Ahí fue sacado a golpes del paravalanchas por un grupo de barras que lo desvistieron en uno de los accesos a la tribuna y viralizaron las imágenes que tomaron las cámaras del estadio, que después se conoció como la “Entangada”. Esta agresión alimentó las sospechas del Panadero sobre las intenciones del Quemadito de desplazarlo de la jefatura de la barra, que fueron creciendo luego de que recuperara la libertad en 2012.

La investigación que tenía a Ochoa como instigador de este crimen terminó en el nuevo sistema penal y la complejidad  junto al derrotero de la causa llevó a los fiscales a cambiar la calificación legal y llegar a un acuerdo con la defensa.