"Es una estafa nacional"; "La vacuna rusa no tiene garantías"; "Un peligro para los mayores de 60 años". Con esas frases, y hasta con una denuncia por envenenamiento y defraudación a la administración pública contra el Presidente de la Nación, a fines del 2020 Elisa Carrió decidió despotricar durante semanas contra la vacuna Sputnik V.  Ahora, tras haberse aplicado en más de tres millones de argentinos las dosis de Sputnik V, con estudios que comprueban una eficacia del 96 por ciento de la vacuna y a la espera de la producción local de la Sputnik VIDA, la dirigente de Juntos por el Cambio volvió sobre sus pasos y aseguró que su ataque se trató, en realidad, de "un acto de protesta contra la situación de los derechos humanos en Rusia".

"Yo lo que dije es que estaban envenenando al opositor, que Putin había envenado al principal opositor", trató de justificar este jueves la exdiputada, al comentar la situación que vive el dirigente opositor ruso Alexei Navalny. "Fue un acto de protesta personal para la democracia del mundo", agregó Carrió en declaraciones con el canal televisivo LN+.  Para completar remarcó que no se dará la vacuna rusa ni tampoco la vacuna china contra la covid-19 porque, según ella, "juega en la democracia".

Lo que omitió Carrió en esta entrevista fue su presentación judicial, el 23 de diciembre del 2020, donde denunció por "envenenamiento" tanto al presidente Alberto Fernández, como también al por entonces ministro de Salud, Ginés González García y a Carla Vizzotti, quien ocupaba el cargo secretaria de Acceso a la Salud, por haber comprar dosis de Sputnik V, que llegaban a la Argentina por esas fechas del verano pasado. 

La presentación judicial abarcaba a todos los funcionarios que participaron en "gestiones, contratación y firma de contratos con el gobierno de Rusia, para la reserva, adquisición y comercialización de la vacuna Sputik V, quienes podrían estar incursos en la posible comisión de los delitos de atentado contra la salud pública; defraudación al Estado, Incumplimiento de Deberes de Funcionario Público". (Sic)  También incluía un apartado en el que define otro delito, en el marco de las "acciones peligrosas" contra la salud pública y allí habla del potencial envenenamiento de la población.  La causa había caído en el juzgado de Sebastián Casanello

Meses después, y a medida que iban llegando desde Moscú las partidas de Sputnik V, el fiscal federal Guillermo Marijuan solicitó desestimar la absurda denuncia presentada por la ex diputada nacional. Marijuan consideró que no existió ningún delito en la compra de la vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya como estrategia para enfrentar la pandemia. “Esta representación del Ministerio Público Fiscal no encuentra elemento alguno que habilite a esta parte a continuar con una investigación de índole criminal con relación a los sucesos traídos a conocimiento por los aquí denunciantes”, señaló el fiscal en el requerimiento que le presentó a Casanello.

En otro momento de la entrevista, dos periodistas le consultaron a Carrió por qué, en Argentina, "todo pasa". "En la Argentina todo pasa porque no hay conciencia moral", contestó.