El plantel de Atlanta no entrenó ayer, por el ataque que sufrió el lunes por parte de la barra brava en el predio de Villa Madero. La dirigencia bohemia había avisado que cambiaría el lugar de la práctica ante el temor por la vuelta de los violentos, quienes, además de romperle el tabique nasal al volante Ezequiel Rodríguez, les dieron a los futbolistas un plazo de 48 horas para darles 100 mil pesos bajo la amenaza de regresar armados. “Estoy hace quince años en el club, nunca vi en este tiempo que le pegaran a un jugador. Se ha pasado un límite grave y tenemos que tomar las medidas del caso”, sostuvo ayer el vicepresidente de Atlanta, Alejandro Korz. El dirigente dijo que la entidad debe “darles garantías a los jugadores”, pero negó que haya integrantes del plantel que estén pensando en irse. Korz pidió la colaboración de testigos para identificar a los barras. “Hay forma de identificarlos, no tenemos tanta gente, nos cruzamos en el bar, en la cancha”, afirmó.