La Argentina afronta este mes un vencimiento con el Club de París por 1.900 millones de dólares más intereses por 400 millones, que surgen de aplicar una tasa del 9 por ciento. Este jueves, en su gira por Europa, Alberto Fernandez se reunió con Emmanuel Macron y la solicitud de un estiramiento de los plazos de pago estuvo en la conversación. A su vez, en una solicitada publicada en el diario Financial Times, el movimiento cívico y social internacional Avaaz le reclamó a los presidentes que incluyan la compensación ambiental como un mecanismo “ad hoc” para renegociar las deudas financieras dentro del Club de París. 

“Le pedimos a Macrón y a Fernández que este sea el último tango en París y que dejen de dar vueltas en una lógica inconducente: la Argentina es deudora financiera pero es acreedora ambiental. En lugar de refinanciar pagos eternamente lo que proponemos es que se incorporen a la discusión los aportes ecológicos que los países realizan al mantenimiento de la sustentabilidad planetaria”, sostuvo el argentino Oscar Soria, director de campañas de Avaaz.

En la propuesta, que en un primer momento sería una intervención en la torre Eiffel, Avaaz usó una imagen de archivo de los dos presidentes y una gráfica que imita el afiche original de “El último tango en París”, la icónica película de los años setenta. El objetivo es ilustrar el rol de Francia, sede del Club de París, y de la Argentina, como un caso emblemático de los desafíos que enfrentan los países de ingresos medios en la negociación de sus deudas soberanas, como protagonistas de un tango vicioso e improductivo que han bailado durante décadas.

"¿Cómo terminamos esta relación tóxica? Esta dinámica de opresores y oprimidos, estas dinámicas de violencia y de incoherencia. ¿Cómo entramos en un contexto donde todos hablemos desde el mismo lugar, en un contexto de iguales? Necesitamos ir un poco más allá, debatiendo dentro de las reglas financieras que organizan la deuda para entrar en discusiones mucho mayores", agregó Soria. 

La campaña de Avaaz exhorta a los países ricos a pensar en términos de aportes y consumos, entendiendo que la agenda ambiental internacional permite negociar los “créditos” y las “deudas” desde la perspectiva de la política climática o de biodiversidad, y que la huella ecológica puede ser un indicador apropiado para relanzar una discusión donde nuestras economías funcionen para esta y las futuras generaciones.

Avaaz considera que la renegociación entre la Argentina y el Club de París puede y debe ser un punto de quiebre en la lógica inconducente en la que se han planteado los préstamos de países desarrollados a países no desarrollados en los últimos 70 años.

"Hoy el rol de Argentina es fundamental. Argentina es un país G20 y Alberto Fernández es un interlocutor muy importante de América latina con Europa. Argentina tiene la oportunidad y también la responsabilidad de liderar un movimiento más fuerte en torno a la deuda. Argentina tiene una historia de lucha contra los fondos buitre y, por ende, creo que tiene un rol que puede impactar en muchas otras personas que hoy necesitan de voces del sur", expresó Soria. 

“Francia y la Argentina podrían demostrarle al mundo que, sobre la base de una negociación verdaderamente innovadora y creativa, es posible cambiar la melodía y pensar en bailar un nuevo tango en París. Esta vez, inclusivo, verde y consensuado”, concluyó Soria.