El candidato centrista a la presidencia de Francia, Emmanuel Macron (foto), que afirmó que “nada está  ganado’’ para la segunda vuelta del 7 de mayo, hacía campaña ayer en las tierras de su rival de extrema derecha Marine Le Pen. El ex banquero de 39 años tiene previsto reunirse con los empleados de la empresa Whirlpool en Amiens (nordeste), amenazados de relocalización a Polonia, antes de dirigirse a Arras (norte), donde celebrará una reunión pública. Las regiones norte y noreste de Francia, golpeadas por el desempleo, votaron masivamente por la candidata del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, de 48 años. Le Pen, detrás de Macron en la primera vuelta de las presidenciales con 21,3% de los sufragios frente a 21% para su rival, multiplicaba por su parte los mensajes para cosechar votos entre el electorado del conservador François Fillon y del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, derrotados en la primera vuelta. La candidata antiinmigración y antieuro mantuvo ayer una reunión con su consejo estratégico.