El Colegio de Psicólogos de Santa Fe sancionó a una profesional que violó el código de ética para evitar la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) de una nena de 11 años, en el Hospital Iturraspe de la capital provincial. El fallo del Tribunal de ética del Colegio acusó a la psicóloga de "revertir la posibilidad de interrupción legal del embarazo, dando paso a una maternidad forzada, vulnerando la dignidad de la niña y exponiéndola a un padecimiento de inconmensurables consecuencias". María Belén Catalano pertenece a Grávida, una organización católica, y entre 2015 y 2016 influyó para que la niña abusada y con problemas madurativos decidiera tener al bebé --luego dado en adopción--, pese al trabajo que venía haciendo con el equipo interdisciplinario del efector, conforme a derecho. "Se trataba de un caso típico de aborto no punible, porque se dan el abuso y el riesgo de salud para la gestante, por su edad", aseguró el abogado José Luis Iriondo, que en ese entonces trabajaba como asesor legal del Consejo de Administración del Hospital Iturraspe.

Mónica Niel, presidenta del Colegio, dio a conocer que mediante resolución del tribunal se resolvió apercibimiento público y suspensión de la matrícula de la acusada por el término de seis meses. Según pudo saber este diario, la denuncia contra la profesional fue realizada en noviembre de 2015 por el propio equipo de psicólogos del hospital Iturraspe de Santa Fe, que atendió a la menor cuando llegó, junto a su madre, en estado de shock y autoagrediéndose, a decir que no quería tener ese bebé, que era fruto de una violación de su padrastro. El tiempo de gestación la ponía en condiciones de realizar una interrupción del embarazo.

Por esos días, la menor quedó internada en el hospital y todo el equipo médico, psicológico y legal comenzó a trabajar en la situación, enmarcada en lo que desde el inicio se consideró un claro caso de aborto no punible, previsto en el artículo 86º del Código Penal. También tomaron intervención la Secretaría de Niñez provincial y la Defensoría del Niño, con equipos interdisciplinarios.

El primer fin de semana que la niña estuvo internada, bajo tratamiento, irrumpió en el hospital la psicóloga Catalano, quien dijo ser amiga de la madre de la menor para hablar con ella. La acusación apunta a que durante dos días influenció en la decisión de la nena, y el domingo la madre pidió el alta voluntaria de su hija. Incluso, la mujer prometió ayuda de todo tipo para que el embarazo llegara a término.

La titular del Colegio confirmó que la representante de la ONG religiosa "fue de visita al hospital". Para la profesional, "la posición del Colegio es que cuando hay un embarazo en el que corresponde el aborto legal, el psicólogo debe ayudar a tomar la decisión más conveniente para el caso, no lo que responde a sus creencias o intereses", dijo Niel, en declaraciones radiales.

Para los profesionales del tribunal, la psicóloga "utilizó su condición para ganarse la confianza de la nena e intervenir en un caso de alta complejidad y vulnerabilidad social y familiar". Y abundan: "No tuvo en cuenta que los psicólogos no deben buscar gratificaciones de índole personal y afectiva, ni deben hacer uso de la relación profesional para el logro de intereses personales". También indicaron que el "consentimiento" necesario para la intervención terapéutica "no fue válido", ya que "brindó información errónea e insuficiente".

Al mismos tiempo, el fallo destaca que el equipo del Iturraspe le brindó toda la información necesaria a la niña para que ella tomara una decisión. Sin embargo, cuando intervino la psicóloga de la ONG religiosa, ésta modificó las decisiones que venía tomando y luego no volvió ni siquiera para hacerse controles.