Luis Paz, padre del asesinado Martín "Fantasma" Paz, se presentó ayer en Tribunales para sorpresa de muchos y prestó declaración informativa en el marco de la causa que investiga la muerte de su yerno, Claudio "Pájaro" Cantero. Luego de varias postergaciones a su presentación, incluso en el juicio oral, donde estaba citado como testigo, ayer ante la jueza Delia Paleari negó tener relación con la muerte del ex líder de la banda de Los Monos. Dijo que aunque a los Cantero les convenía la muerte de su hijo, porque "le debían plata", ellos no fueron quienes lo mataron. La declaración se realizó a horas de que la fiscal Cristina Herrera apelara el fallo que absolvió a los tres sindicados por el crimen. Según pudo saber este diario, la queja apunta a que los jueces Julio Kesuani, María Isabel Mas Varela e Ismael Manfrín hicieron una valoración "parcial" de la prueba. Ahora, la Alzada deberá poner fecha para que Facundo "Macaco" Muñoz, Milton Damario y Luis "Pollo" Bassi vuelvan al banquillo, en una nueva audiencia oral y pública.

Paz tenía cita para declarar durante el juicio oral, el mes pasado, pero viajó a Chile. Según justificó ayer, no quería hacer públicos sus dichos y exponerse en un juicio. Según pudo saber este diario, reveló que no le gustaba la relación que su hija, Mercedes, mantenía con el líder de la banda sindicada por narcocriminalidad. Aseguró que su hijo asesinado era prestamista y que Los Monos le debían dinero.

Sobre su persona, dijo que hizo dinero con la venta de productos cárnicos. Tenía carnicerías en las que siempre había colas de gente esperando que abriera porque tenía productos "buenos y baratos".

Además, negó rotundamente las acusaciones en su contra, que aparecieron tanto en informes policiales como en los alegatos de la defensa de Bassi y los demás imputados, que apuntaban a que había "puesto la plata" para que se perpetrara el crimen de Cantero.

La declaración se tomó sin carácter de imputación y bajo un hermético resguardo, ante las complicaciones que se presentaron durante el juicio, con respecto a la seguridad de los involucrados y las partes.

En tanto, en su apelación, la fiscal habla de 13 agravios claros. Entre esos puntos, trascendió que Herrera se quejó porque los jueces no tuvieron en cuenta las declaraciones de los imputados, que se incorporaron por escrito, durante el juicio oral, ya que estos prefirieron no hablar durante la audiencia. En las mismas, todos alegaron no conocerse y la Fiscalía presentó varias pruebas que demostraron lo contrario: fotos juntos, números de teléfono correlativos y pertenecientes a una misma flota. Sin embargo, los magistrados hablaron de intercambios "lógicos" de llamadas entre ellos.

Otro de los agravios apunta a que se presentaron y fueron aceptados como prueba unos 50 CD de escuchas que no fueron revisados por los jueces. También se apuntó a la falta de valoración al testimonio de la hermana de Lisandro Mena, quien fue herido la misma noche que resultó muerto Cantero, en la puerta del boliche Infinity Night y asesinado meses después. A criterio de la Fiscalía, el relato de la joven que aseguró que su hermano le dijo en su casa que los tiradores habían sido Damario y Muñoz, debe ser tomado de manera directa, ya que se trata de una testigo de oídas del principal testigo, que luego fue asesinado.