Desde Santa Fe

La Legislatura rechazó ayer uno de los vetos del gobernador Omar Perotti a las leyes anti Sain y mandó a comisión el otro. Desde el tablón, parece un empate. Pero el asunto es más complejo. La ley que quedó sancionada –porque se volteó el veto- es la 14.016 que regula supuestas incompatibilidades, pero tiene el nombre y apellido del ex ministro de Seguridad por que el plan era evitar que volviera a su cargo de director del Organismo de Investigaciones del MPA, cosa que ya ocurrió. Por lo tanto, como toda ley rige para adelante, no tiene efecto retroactivo. La otra, la que se mandó a comisión es la 14.013, impulsada por el senador Armando Traferri, que el propio Saín calificó como “un intento de obstaculizar la lucha contra la mafia”. El Senado cumplió su parte, rechazó los dos vetos con 13 votos que aportaron los seis senadores de Traferri y los siete radicales de Felipe Michlig. En cambio, Diputados desestimó el veto a la 14.016, pero cuando tuvo que considerar el segundo, a la ley que promovía Traferri, le fallaron los números: 29 diputados votaron a favor del tratamiento sobre tablas y 18 en contra. Para reunir la mayoría de dos tercios eran necesarios 32 votos, por lo tanto el legajo pasó a comisión. Final del juego.

¿Quiénes son los 18 diputados que impidieron que cayera el segundo veto de Perotti? Los siete justicialistas (Leandro Busatto, Luis Rubeo, Matilde Bruera, Paola Bravo, Lucila De Ponti, Ricardo Olivera y Oscar Martínez). Los dos de Igualdad (Rubén Giustiniani y Agustina Donnet), Cesira Arcando (del partido Fe) y los ocho de un nuevo interbloque que reúne a cuatro de Juntos por el Cambio (Julián Galdeano, Alejandro Boscarol, Gabriel Chumpitaz y Ximena García) y cuatro celestes (Nicolás Mayoraz, Walter Ghione, Juan Argarañaz y Natalia Armas Belavi).

El tratamiento de los vetos demandó mucho más que los 20 minutos en que se votaron sobre tablas las dos leyes anti Sain, en noviembre. Ayer, la 14.016 quedó sancionada. La otra sigue en el limbo. En el Senado, el resultado de las dos votaciones fue idéntico: se rechazaron los vetos con los 13 votos que aportaron Traferri, Michlig y compañía. En los dos casos, los seis senadores del bloque Igualdad que responden a Perotti votaron en contra.

En Diputados, el primer veto a la ley 14.016 se rechazó por 37 votos a favor, 8 en contra (los siete peronistas más su colega Carlos Del Frade) y tres abstenciones (de Giustiniani, Donnet y Ariel Bermúdez, el único diputado del intendente Pablo Javkin). La segunda votación fue muy distinta, no reunió la mayoría especial para tratar el veto sobre tablas y por lo tanto pasó a comisión.

El tiempo del escrutinio generó suspenso y bromas. Rubeo le había pedido al presidente de la Cámara Pablo Farías que dijera cuántos legisladores estaban presentes y cuántos votos se necesitaban para reunir mayoría especial y tumbar el veto. “Hay 49 legisladores incluyendo a este servidor”, le contestó. “Por lo tanto, hacen faltan 32 votos para los dos tercios”.

Como el tiempo de conteo se extendía, Rubeo volvió a la carga: “¿Ya se terminó de votar? ¿Cuántos votos afirmativos y negativos?

-Ya le informo –se molestó Farías.

-Esto parece la AFA –bromeó Rubeo. “Hay más votos que gente”, agregó una legisladora. “Hay que encontrar el Chiqui Tapia”, tiró el radical Fabián Bastía. Unos minutos después, Farías develó la incógnita. “Sobre 47 diputados, se registraron 29 votos afirmativos para el tratamiento sobre tablas y 18 negativos. Por lo tanto, como se necesitan 32 votos y no se reúne el número suficiente, el expediente pasa a comisión por el plazo constitucional”, que vence el último día de mayo.