Llega a mis manos Besada por Cipris, de Nosis de Locri, el día contra la lesbofobia, transfobia, homofobia, bifobia, nobinariefobia, contra toda acción de odio hacia las disidencias sexo- genéricas. Ese mismo día también me puse a ver y escuchar voces de cantantes y músicas lesbianas, de todas las edades, re-versionando de principio a fin el icónico disco torta de la historia argentina. A 30 años de la salida del disco Mujer contra Mujer de Sandra y Celeste, con la inolvidable tapa que empapeló toda la ciudad, con ellas en una erótica foto, besándose. Un cuadro de amor, de esos que supo haber sin tapujos en la antigua Grecia, y que puso sobre la mesa de los almuerzos familiares, la amatoria lesbiana. Esta acción de visibilizar la amatoria lesbiana que hicieron, hacen y seguirán haciendo incontables poetas, en un reducto mucho más pequeño y sin el marketing o la publicidad de aquel maravilloso disco, a lo largo de la historia, como lo hizo Nosis de Locri (Locri, pueblo del sur de Italia que quedó por fuera del imperio de Alejandro Magno y se mantuvo en la marginalidad)

Digo entonces, no comienzo a develar y conocer a esta poeta lesbiana, del siglo III a.e.C, un día cualquiera, no me resulta lo mismo, como poeta lesbiana, el momento de ponerme a ver las imágenes que acompañan el libro, los poemas en bilingüe español-griego. El estudio sobre su vida y su obra, la traducción de los únicos 12 poemas que se registran de Nosis, por Mariana Gardella Hueso, que la editorial Rara Avis nos acerca este mes para conocer a otra poeta que no sea la ultra popular Safo de Lesbos. Al descubrir a esta “heredera y discípula de Safo ”tal como se nombraba, me lleva a revolver en los anaqueles de mi memoria para hacer una línea del tiempo de poetas tortas, recordar los cercenamientos y recortes arbitrarios del arte a partir del cristianismo, imaginar cómo sería previo a estos recortes dentro de la cultura toda, la vida y el arte LGBTTIQ+.

Estamos acostubradxs a esa invisibilidad de voces, al silenciamiento, las quemas de libros “non santos”. Leyendo a Nosis noto la influencia de estas poetas griegas (Hiparquia, Safo, Nosis, nombro las que podemos conocer ya que nunca sabremos en realidad cuántas lesbianas escribían en esa época) en la temática torta que siglos y siglos después nos trajeron Monique Wittig, Adrienne Rich, Mary Oliver, Macky Corvalán, por nombrar algunas poetas lesbianas icónicas.

No sabemos de Nosis de Locri, si publicó o no, libros completos, no sabemos casi nada de su vida, apenas fragmentos que este libro, en un arte de tejido minucioso, tal como los tejidos de Nosis, que a diferencia de las poetas lesbianas de la época, no renegará de las tareas del hogar sino que las hará parte de su poesía “escribir es Tejer” en palabras de Nosis, algo parecido a los que nos enseñó la sutil y hermosa poeta santafesina Beatriz Vallejos al decir en pleno final del siglo XX “el poema aparece pelando una cebolla, tejiendo una boina..”, tareas cotidianas que son en sí mismas una forma de escribir o llevarte a ese lugar, como a Nosis 2400 años antes.

Nosis escribió en epigramas, es decir en murales por las calles de su marginal pueblo, que cualquiera podía leer al pasar, y que es esto sino un graffiti de una época tan remota de la que apenas sabemos por algunas ruinas y muchos historiadores, en su mayoría hombres cis. Y no es que no haya investigación de la homosexualidad en Grecia, y sobre todo dentro de la Polis, cantidades de libros e informes nos señalan la naturalidad de la homosexualidad masculina, de la relación maestro (activo) –discípulo (pasivo). Enseñar desde un lugar de poder, como se enseña, lamentablemente, aún en ciertos espacios, al día de hoy.

En las relaciones lesbianas este vínculo, si bien podía existir, no era lo naturalizado. Safo de Lesbos puede ser entonces, una voz que repite ese esquema “maestra-discípula” y tal vez por esto mismo es la más conocida, por repetir estereotipos de la época. Esto no desmerece en lo más mínimo sus versos ni la visibilidad de las relaciones lesbianas y sin tapujos, en los versos de Safo, sólo digo que en la voz de Nosis la dulzura como parte del deseo, y el deseo, el erotismo, puesto en otras mujeres, a partir de la contemplación, tal vez nos linkean más con las formas actuales de las relaciones tortas, donde no buscamos generar relaciones de poder, o por lo menos lo intentamos.

Así, los versos de Nosis de Locri, tienen al día de hoy, una vigencia, por su lugar de vivir en los márgenes, de potenciar el deseo lesbiano, que si bien no implican una poética actual, nos ubican en una misma cama.