A pesar de que los parámetros epidemiolóigcos que dictó el gobierno nacional establecen que en la Ciudad las clases deben ser virtuales, Horacio Rodríguez Larreta está estudiando la posibilidad de retomar la presencialidad en los niveles iniciales y primario, y la bimodalidad en el secundario. Ante esta posibilidad, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, aseguró que sería "una enorme irresponsabilidad política" por parte del jefe de Gobierno porteño. Lo mismo sostienen los principales gremios docentes, los cuales aseguraron a este diario que "de ninguna manera" estaban dadas las condiciones sanitarias para volver a la presencialidad escolar. En el caso de que el gobierno porteño decidiera que el lunes 31 se retome ese sendero, gremios como la Asociación Docente Ademys ya advirtieron que irán a paro. La Union de Trabajadores de la Educación (UTE), por otro lado, decidió ser más cauteloso y aseguró que lo definirán en estos días. "Somos los primeros que queremos la presencialidad, pero los contenidos se recuperan, la vida no", advirtieron desde el sindicato. 

Luego de la judicialización del decreto presidencial por parte de Horacio Rodríguez Larreta, la Corte Suprema le dio vía libre a la Ciudad para desoír las medidas sanitarias establecidas por el gobierno nacional y administrar el dictado de clases como así lo prefiera. Por este motivo, una vez que concluyan los nueves días de confinamiento (consensuado entre la Casa Rosada y las jurisdicciones, incluida la Ciudad), se abre la pregunta sobre qué postura adoptará el gobierno porteño respecto a las clases presenciales. Luego de decidir suspenderlas completamente por tres días, la mesa chica de la administración de la Ciudad está analizando retomar el formato que venía adoptando hasta el viernes pasado, es decir: asistencia diaria presencial en el nivel inicial y primario, bimodalidad en el secundario (mix de presencialidad y virtualidad) y virtualidad en el terciario. "Todavía se están analizando los datos de estos días y estudiando posibles escenarios", matizaron desde el Ministerio de Educación porteño a este diario, y adelantaron que el viernes tal vez haya anuncios. 

Si bien el Ejecutivo porteño aún no tomó una decisión, diferentes referentes políticos ya manifestaron públicamente que la Ciudad no está en condiciones de retornar a la presencialidad. "Cualquier decisión que se divorcie de los datos epidemiológicos es una irresponsabilidad y está cerca de la especulación electoral", aseguró el ministro Nicolás Trotta en declaraciones radiales, en las que también le sugirió a Rodríguez Larreta que "escuche más a (Fernán) Quirós y no tanto a los encuestadores". "Hay que esperar a los datos epidemiológicos y los datos de ayer no han sido positivos", sostuvo Trotta y remarcó: "Es incomprensible que Rodríguez Larreta plantee que el lunes se vuelve a la presencialidad ¿Qué tiene, una bola de cristal?". 

"Es una gran irresponsabilidad sostener la presencialidad. Hubo más de 41 mil nuevos casos en el día, de ninguna manera están dadas las condiciones", denunció, por su parte, el secretario adjunto de Ademys, Jorge Adaro, quien adelantó a Página 12 que "si el lunes el gobierno avanza de nuevo con la apuertura de escuelas va a haber medida de fuerza". Por otro lado, en el caso de UTE (el sindicato docente con mayor número de afiliados) aún están esperando a que haya alguna decisión oficial. "No nos vamos a anticipar. Pero de ninguna manera están dadas las condiciones, la curva de contagios no se amesetó en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Cuál es la necesidad de la presencialidad en un trabajo que se puede hacer de forma virtual?", cuestionó la secretaria gremial de UTE, Alejandra Bonato, y agregó: "Nosotros somos los primeros que queremos la presencialidad, pero los contenidos se recuperan, la vida no". 

"El planteo de Rodríguez Larreta es presencialidad o nada, presencialidad o muerte. Y esto se inscribe en su necesidad electoral. Ahora, llevar el orden de la política electoral hasta este punto es criminal", disparó Adaro, haciendo referencia a las declaraciones que hizo el jefe de Gobierno porteño de que, para él, la presencialidad era una cuestión "de vida o muerte". Tanto Adaro como Bonato denunciaron la ausencia de políticas destinadas a mejorar la conectividad de los alumnos y alumnas más vulnerables, así como la lentitud de la vacunación de les docentes en la Ciudad (según Adaro, para junio estaría vacunades solo el 20 por ciento). "Se equivocaron desde un principio. Quisieron diferenciarse para mostrarse como los mejores alumnos y terminaron convirtiéndose en los peores", sentenció la dirigente de la UTE. 

En la misma línea, legisladores del Frente de Todos también instaron a que se "arbitren los medios necesarios para establecer, democratizar y garantizar la virtualidad en la enseñanza escolar en todos los niveles y modalidades", en un proyecto de declaración presentado ante el cuerpo parlamentario.