El departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos puso en funcionamiento el miércoles una oficina para víctimas estadounidenses de delitos cometidos por inmigrantes.

La oficina de Enlace para Víctimas de Crímenes por Inmigración (Voice por sus siglas en inglés) servirá para mantener a las víctimas informadas sobre el proceso de inmigración de los sospechosos. Los críticos alegan que el ente es innecesario, en parte porque varios estudios han concluido que los inmigrantes tienden menos a cometer crímenes que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos. El presidente Donald Trump anunció la apertura de la oficina durante su discurso ante el Congreso el pasado febrero. Su creación forma parte también de una orden ejecutiva contra la inmigración ilegal. El duro enfoque del republicano acerca de la entrada ilegal de personas al país fue uno de los asuntos centrales de su campaña presidencial.

La apertura de la oficina se produce mientras su gobierno destaca sus logros en vísperas de cumplir 100 días en la Casa Blanca. “Nuestra misión es clara y es reconocer el daño excepcional que han causado inmigrantes indocumentados y apoyar a las víctimas de estos delitos prevenibles”, dijo John Kelly, director del Departamento de Seguridad Nacional. 

En esta misma línea, la Cámara de Representantes del estado norteamericano de Texas aprobó ayer un proyecto de ley que busca penalizar a los gobiernos locales y a las universidades que decidan no cumplir las leyes migratorias federales para favorecer a los inmigrantes indocumentados. Además de la cláusula que busca castigar a las “ciudades santuario”, como se llama a las que no colaboran con las autoridades federales para deportar a inmigrantes, la cámara baja de la Legislatura estatal dio luz verde a una enmienda que permitirá cuestionar el estatus migratorio de las personas detenidas en Texas.

La ley contra las “ciudades santuario”, que podría acarrear penas de cárcel para los sheriffs texanos que estén al cargo de las oficinas que no cooperen con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), era una de las prioridades del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott.

Durante el debate en la cámara baja, que duró más de 16 horas y se prolongó hasta esta madrugada, se presentaron unas 180 enmiendas al proyecto de ley SB4, que fue finalmente autorizado por una votación acorde con las líneas partidarias (93-54).

Los demócratas texanos intentaron rebajar la intensidad de la iniciativa mediante numerosos retoques, que fueron denegados casi en su totalidad. Una de las enmiendas que sí fue autorizada fue la redactada por el republicano Matt Schaefer, que permitirá a los cuerpos de policía local cuestionar el estatus migratorio de cualquier persona detenida, una medida similar a una ley de Arizona popularmente conocida como “enséñame tus papeles”. 

Varios de los legisladores demócratas denunciaron que esta enmienda es un retroceso para los derechos de los habitantes de Texas y recordaron que una ley con el mismo objetivo no fue aprobada en la última sesión legislativa estatal porque fue tachada de “racista”.