El hallazgo de restos humanos que se sospecha pertenecieron a Araceli Fulles se produjo a veinte días de otro hallazgo, el del cuerpo de Micaela García, ocurrido el 8 de abril, cerca de la ciudad de Gualeguay, en donde fue vista por última vez con vida. La reacción por la muerte de la joven de Entre Ríos, de 21 años, fue masiva; inmediatamente se convocaron marchas bajo la consigna “Justicia por Micaela. Ni una menos” y cientos de miles de mujeres y hombres poblaron las plazas de todo el país. 

Micaela salía del boliche King en la madrugada del domingo 2 de abril –la misma fecha en la que desaparecía Araceli–, cuando fue interceptada por Sebastián Wagner, quien abusó sexualmente de ella y la estranguló hasta la muerte. Ya antes de que encontraran su cuerpo, en distintas zonas del país se repitieron manifestaciones con la insignia #NiUnaMenos para visibilizar la búsqueda, apoyar a los amigos y familiares de la joven, y repudiar a la violencia machista. “Encontraron asesinada a Micaela. Estamos de duelo, tenemos bronca, furia y decepción por un Estado impotente y cifras escalofriantes: cada 18 horas ocurre un femicidio en nuestro país”, comienza el comunicado que presentó el colectivo NiUnaMenos en el Senado. 

Para la ceremonia de despedida de Micaela quedó chico el Centro de Educación Física Nº 3 de Concepción del Uruguay. Se acercaron a despedirla compañeros de militancia de Movimiento Evita, compañeros de la facultad, amigos y familia. “La queremos despedir con alegría, como ella quería”, dijo su madre en el velorio. Entre las banderas de militancia y los cánticos emotivos, la voz del Indio Solari sorprendió a todos los presentes con la canción favorita de Micaela: Juguetes Perdidos. Cuando llegó su turno al micrófono, el padre de la “Negra”, Néstor García, recordó el principal deseo de su hija: “hagamos el país que Micaela soñó”. “Mica, tus sueños ya los empezaste a hacer realidad y se ven en el corazón de cada joven que está acá y que antes no estaba comprometido”.