La mafia de las farmacias llega la semana que viene a juicio oral y público, con dos sujetos sindicados como sicarios, para quienes la Fiscalía pedirá pena perpetua. Se trata de Pablo Peralta y Hernán Núñez, acusados por el homicidio criminis causa del policía Carlos Dolce, a quien atacaron a tiros el 5 de febrero de 2013, luego de amenazar en su consultorio al médico Omar Ulloa (de la cadena Farmavip) para que no abriera una nueva sucursal en San Lorenzo y Maipú. A Peralta también se le achacó la tentativa de homicidio contra el abogado Alberto Tortajada, en la puerta de su estudio. La investigación arrojó que Peralta y Núñez trabajaban para los Iborra (padre e hijo), que en 2014 eran dueños de al menos cinco farmacias en Rosario. Antes de ser condenado, José Antonio Iborra falleció, y su hijo, fue sentenciado el año pasado a una pena de seis años y ocho meses de prisión por seis delitos de amenazas y ataques.

El tribunal compuesto por los jueces Edgardo Fertita, Marisol Usandizaga y María Isabel Mas Varela juzgará a los imputados desde este miércoles; mientras que los fiscales Nora Marull y Marcelo Vienna llevará a unos 60 testigos.

Los casos que llegan a juicio son dos de las seis investigaciones en las que estuvieron involucrados los inversores farmacéuticos José Antonio y Juan Pablo Iborra, procesados por la jueza Alejandra Rodenas, por cometer delitos para favorecer sus negocios.

El primero de los hechos enrostrados a Peralta es la tentativa de homicidio contra el abogado penalista Alberto Tortajada, en 2012, cuando el letrado asistía a una ex empleada de los Iborra en un juicio laboral, y fue baleado en la puerta de su estudio, frente a Tribunales. En tanto, ambos serán acusados por el crimen de Dolce, cometido como corolario de las amenazas a un médico, ordenadas por los farmacéuticos, en su consultorio de calle 3 de Febrero al 1000.

Sin embargo, la causa madre incluyó una seguidilla de atentados y amenazas, cometidos en espacio de siete meses. Los Iborra fueron acusados de haber "orquestado" los delitos contra al menos siete víctimas específicas, relacionadas con el sector farmacéutico: la balacera del 24 de agosto de 2012, en la vivienda de la ex jefa de Inspección de Farmacias del Ministerio de Salud provincial, Patricia Kleinlein; las amenazas y lesiones contra el dueño de la Farmacia Inglesa, de Sarmiento al 600, en enero de 2013; advertencias por correo electrónico a personal del Laboratorio Roemmers, en enero de 2014; y un ataque al dueño de la farmacia Suiza.

En octubre del año pasado, Iborra hijo reconoció ser autor de los hechos mencionados y aceptó la pena acordada con la fiscalía, que prestó conformidad para la prisión domiciliaria (por problemas de salud), por seis años y ocho meses, mediante un juicio abreviado.

En su procesamiento, Rodenas habló de vínculos de los "autores intelectuales" con las personas que aparecen como "ejecutoras" de los hechos ocurridos.

Entre las pruebas que la Fiscalía llevará a juicio hay comunicaciones telefónicas, imágenes de cámaras de seguridad y antenas de telefonía que ubican a los agresores en los lugares de los hechos achacados.