El proyecto de ley impulsado por el oficialismo para ampliar las denominadas “zonas frías” recibió media sanción por parte de la Cámara de Diputados. La iniciativa permitiría que más de 2,7 millones de hogares vean reducida su tarifa de gas en un 30 por ciento y un grupo de 370 mil reciban una baja del 50 por ciento. Al mismo tiempo, se mantienen los 850 mil hogares que hasta ahora venían recibiendo este apoyo. A continuación, las claves del proyecto.

¿Por qué “zonas frías”?

A raíz de las temperaturas bajas, son zonas del país en donde es natural consumir una mayor cantidad de gas para calefaccionar satisfactoriamente el hogar. La tarifa diferencial viene a contrarrestar este mayor consumo que se considera necesario. Hasta ahora, las zonas catalogadas como frías son la Patagonia, la Puna y Malargüe, en donde hay 849.965 hogares beneficiados por el régimen diferencial.

¿Cómo se amplía?

El proyecto establece una prórroga por diez años del fondo fiduciario para el subsidio al consumo residencial de gas en las zonas frías y se amplía el universo de beneficiarios de este régimen. Así, las zonas frías pasarían de 79 departamentos en 10 provincias a 230 departamentos en 14 provincias. Esto implica que el régimen se amplia de 849.965 hogares a 3.999.073 hogares, a través de la incorporación de 3.150.000 beneficiarios.

¿Qué impacto tiene el régimen en términos de reducción tarifaria?

La reducción tarifaria tanto para aquellos usuarios que ya estaban dentro de este régimen como para los que se incorporarían a partir de la ley es del 30 por ciento. Pero además, los hogares de menores ingresos, como beneficiarios de planes sociales, jubilados y monotrobustistas junto a electrodependientes obtienen una reducción del 50 por ciento en el cuadro tarifario. De modo que de los 3.150.000 beneficiarios que se suman al régimen diferencial, 2.775.237 recibirían una merma del 30 por ciento mientras que 373.871 tendrían una rebaja del 50 por ciento. En su presentación ante la Comisión de Energía y Combustibles, el Interventor del Enargas, Federico Bernal, dijo que el nuevo esquema permitiría que una boleta promedio de un usuario “no vulnerable” de Camuzzi Gas Pampeana baje en el período mayo-junio de 821 pesos mensual a 578 pesos; que en julio-agosto lo haga de 2555 a 1800 pesos y en septiembre-octubre, de 2987 a 2104 pesos. En el caso de un “hogar vulnerable”, la reducción para el período julio-agosto sería de 2912 a 1469 pesos y en septiembre-octubre, de 3405 a 1717 pesos.

¿Cómo se financia el régimen diferencial?

El gobierno propone subir el recargo sobre el precio del gas en el punto de ingreso al sistema de transporte (PIST), que impacta tanto en el cargo variable como en el cargo fijo del cuadro tarifario. Actualmente, ese recargo es del 4,46 por ciento y pasaría al 5,44 por ciento con un techo del 7,5 por ciento. El gobierno asegura que no se contempla un aporte adicional de parte del Tesoro Nacional, es decir que el subsidio proviene del aumento tarifario en otro lugar del país. Con el dinero recaudado por el fondo fiduciario se compensa a las distribuidoras para que apliquen el descuento a sus usuarios. Hay críticas al proyecto que marcan que la suba prevista en el recargo (1 punto porcentual) no va alcanzar para cuadruplicar la cantidad de beneficiarios. 

¿Cómo suben las boletas en el resto del país?

Según las previsiones del Enargas, la modificación tendría un impacto del 0,5 por ciento adicional en las boletas de los usuarios del resto del país que no está considerado zona fría. En una factura de Metrogas de 1213 pesos, por ejemplo, el fondo fiduciario actualmente es de 20 pesos. Ahora subiría entre 6 y 8 pesos por mes. También se incrementaría el costo del gas para las industrias, lo cual impacta sobre la generación térmica de energía eléctrica.

¿Qué dicen las empresas?

La medida afecta de forma lateral a las distribuidoras, ya que que a causa de la forma de pago del subsidio, estas firmas acumulan saldos de crédito de IVA. Por eso piden que el subsidio se aplique directamente a través de una bonificación del precio del gas que compran a las petroleras.