Graciela Barrera (Montevideo). Su hijo Alejandro fue asesinado por desconocidos. Fundó Asfavide (Asociación de Familiares de Víctimas del Delito), que brinda asistencia a las víctimas. Graciela va a menudo a las cárceles a charlar con los presos e integra la Comisión Honoraria del Patronato de Liberados y Encarcelados de su país.

Daniel Elías (Paraná). El pasado 28 de marzo dos jóvenes intentaron robar en su casa y un vecino alertó a la policía. Los detuvieron. Uno tiene 18 años y el otro es un menor. Daniel pidió ir a la audiencia para interiorizarse de la situación del mayor, que se llama Tommy y tiene un hijo pequeño. Daniel dijo que lo perdonaba, a cambio de que retomase los estudios.

Paola Fernández (Córdoba). En 2013 su ex marido, policía , mató a los dos hijos de la pareja, Morena, de 10 años, y Tobías, de 12 años, y se suicidó. Desde fines de 2015 y todos los días 5, Paola se para frente a la Central de Policía cordobesa para exigir que el personal uniformado sea sometido a controles psicológicos con profesionales ajenos a la institución.

Consuelo Fraga (El Palomar). Consuelo iba con su moto a visitar a su marido, privado de la libertad, cuando fue interceptada por otros motociclistas que le robaron la moto y se quebró en la caída. Se negó a hacer reconocimiento de personas.

Francisco Gallo (Neuquén). Francisco tiene una juguetería. Una madrugada la policía le avisó que le habían roto la vidriera tres chicos, dos niñas de 15 y un niño de 10 años, que habían sido detenidos. Los encontró con las manos sobre el patrullero. Francisco les regaló los peluches que habían sustraído.Luego creó la campaña “Un amigo por un amiguito”.

Olga Pendás (Tandil). El hijo único de Olga está preso. El hombre sufrió una grave lesión en una pierna que lo llevó a ser intervenido. Le dieron prisión domiciliaria, pero al quedar firme la condena la jueza interviniente ordenó que fuese alojado en una unidad penitenciaria, donde no puede recibir tratamiento. Olga se considera una víctima de violencia institucional.

Jaqueline Quevedo (Catamarca). Jaqueline es la mamá de una niña que en una ocasión faltó de su domicilio y, al regresar le confesó que la habían hecho ingerir drogas y que habían abusado de ella, indicándole quién le había hecho eso, que también era un adolescente. Lamentablemente, la niña se suicidó al día siguiente. Jaqueline reclama a la Justicia el esclarecimiento de los hechos.

Facundo Rodríguez Ajargo (Posadas). Hace cinco años, una patota mató a su hermano Matías. Facundo no quiere que los asesinos de su hermano estén presos en condiciones inhumanas.

Leandro Seisdedos (Neuquén). Su esposa falleció (con otras cuatro personas) en un choque, cuando un camión los impactó de frente. Leandro quedó con un hijito de un año. Al poco tiempo Leandro pidió ver al camionero. Le dijo que nadie se levanta a la mañana y dice que va a salir a matar a cinco personas con el camión. Que creía que se había tratado de un accidente y que si le servía para su conciencia, no le guardaba rencor.