Por segundo año consecutivo, los festejos del Día de la Bandera estuvieron condicionados por la pandemia y tuvieron que reducirse a un sencillo acto protocolar encabezado por el gobernador Omar Perotti y el intendente Pablo Javkin y con la participación en forma remota del presidente Alberto Fernández, quien tomó juramento a los alumnos de 4° grado desde la Quinta Presidencial de Olivos. Los discursos de los tres mandatarios estuvieron atravesados por la situación actual y la referencia al General Manuel Belgrano al conmemorarse el 201° aniversario de su paso a la inmortalidad. Sin gente en el Monumento pero sí en sus alrededores, la tradicional celebración se vio opacada nuevamente por la necesidad de cuidar los protocolos y evitar las aglomeraciones pero con la esperanza de todas las autoridades de que el año que viene pueda volver el color y la alegría a esta fecha patria.

Como era de esperar, el reconocimiento a la figura de Belgrano fue el puntapié para referirse a la difícil situación epidemiológica, trayendo a la actualidad los valores y hazañas del prócer y llamando a la unidad para atravesar esta pandemia. En ese sentido, Javkin dijo que hay que alejarse “de los que alientan peleas inútiles y gritos sin sentido” y recordó el mandato de Belgrano, inscripto en la piedra del Monumento: “Procurar ser dignos de llamarnos hijos de la patria". Por su parte, Perotti también citó una frase de Belgrano: “Es preciso en este tiempo hacer cosas extraordinarias y sacrificarlo todo por la salud de la Patria”. Luego destacó que hoy “Santa Fe orgullosamente está haciendo Patria, vacunando a más de 1.150.000 personas como parte de la mayor campaña nacional”. A su turno, Alberto Fernández interpretó que la insignia Patria representa tres grandes ideales y valores: libertar, igualdad y solidaridad y prometió que va a “seguir trabajado para que en la Argentina se terminen las diferencias y los abismos que nos separan”.

Con un frío gélido y una densa niebla que cubría todo el Monumento Nacional a la Bandera, la ceremonia comenzó a las 9.45 en el mástil mayor con el izamiento de la insignia patria ante funcionarios y legisladores municipales, provinciales y nacionales, miembros de la asociación Ex Soldados Combatientes en Malvinas y representantes de las Fuerzas Armadas, mientras se escuchaba a la cantante rosarina Paula de Oliveira entonar la canción Aurora. Posteriormente, los participantes se trasladaron hasta el propileo donde se realizó el acto frente a la llama votiva. El gobernador y el intendente estuvieron acompañados en el escenario por la vicegobernadora Alejandra Rodenas y el ministro de Defensa, Agustín Rossi.

Cerca de las 10.30, cuando se pudo establecer la conexión con el presidente Alberto Fernández desde la Residencia de Olivos, quien realizó el primer discurso fue el jefe municipal. Javkin lamentó que nuevamente los tradicionales festejos de Rosario por el Día de la Bandera debieron adaptarse por la pandemia pero eligió dar un mensaje de esperanza: “Ahora, con los corazones doloridos pero los brazos fuertes, empezamos, muy de a poco, a transitar un camino de esperanza y reconstrucción. A pesar de tanto llanto, empezamos a ver también miles de sonrisas. Las que más nos emocionan son las de nuestros adultos mayores y las de los chicos. En unos está grabado el mensaje de la historia, en los otros, la razón de ser del futuro”. Además, mencionó que “cuando se planta una bandera, se planta también la piedra basal de la construcción de una nación, de un ideal alrededor del cual reunirnos como iguales” y por eso invitó a los argentinos y a las argentinas a “plantar la bandera de la reconstrucción”.

Luego fue el turno del gobernador Omar Perotti, quien destacó la lucha de Belgrano “por su decisión histórica de enfrentar adversidades” y “la actitud decididamente revolucionaria al presentar públicamente la bandera celeste y blanca el 27 de febrero de 1812”. Asociando esto con el contexto actual, el mandatario santafesino dijo que “hoy tenemos una causa, que difiere mucho de aquellas históricas, pero son luchas al fin” y aseguró que en ese marco no abandona “la educación, la producción y el trabajo” y “que solo cumpliendo una causa superior podemos tener la educación que queremos, la vida que nos merecemos, trabajar y producir en la tierra que amamos, y no hay una causa más fuerte que la vida de los argentinos y argentinas, y esta debe ser la mayor preocupación”. Además, Perotti aprovechó para agradecer “a cada uno de los integrantes de los equipos de vacunación y todos los miembros de nuestro sistema de salud, que están haciendo historia”, continuó. Y añadió: “No elegimos este virus pero decidimos hacerle frente, darle batalla, para que la vida vuelva a ser lo que tanto añoramos”.

 

Finalmente, el presidente Alberto Fernández tomó la palabra desde Olivos y antes de tomar la promesa de lealtad a la bandera a niños y niñas presentes en representación de estudiantes de todo el país, recordó a Manuel Belgrano como “un enorme militar” que nunca se había preparado para eso pero que la historia “le exigió convertirse en un líder”. Además, destacó que el prócer "se involucró decididamente para que la Argentina fuera libre e hizo un trabajo inmenso" para lograrlo. No faltó en el discurso la referencia a la pandemia al asegurar que “estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance, es una guerra contra un ejército desconocido”, al tiempo que advirtió que “queda mucho por delante, y hay que seguir cuidándose”.