Siete investigadores que participaron del desarrollo de algunas de las vacunas contra el coronavirus fueron reconocidos este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2021, al que eran candidatos 48 personas de 17 nacionalidades diferentes.

Los científicos distinguidos son la bióloga húngara Katalin Karikó; el inmunólogo estadounidense Drew Weissman; los doctores alemanes Uğur Şahin y Özlem Türeci; el biólogo canadiense Derrick Rossi; la vacunóloga británica Sarah Gilbert, y el bioquímico estadounidense Philip Felgner.

Las candidaturas fueron propuestas por el biólogo británico Peter Lawrence, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2007 junto a su homólogo español Ginés Morata. La proposición de Lawrence contó con el apoyo de la mayoría del jurado que, a causa de la pandemia, tomó la decisión en una reunión virtual.

Los siete investigadores no trabajan juntos, sino que sus trabajos han contribuido al desarrollo de tres vacunas contra el Sars-CoV-2 basadas en distintas estrategias, pero que tienen como blanco común la proteína S (spike), presente en la superficie del virus y que facilita su unión y entrada a las células del cuerpo humano.

El bioquímico Philip Felgner ha sido reconocido por ser un pionero en el uso de "microarrays" de proteínas para entender cómo responde el sistema inmunitario a diferentes microorganismos infecciosos y haber desarrollado en 1985 una tecnología utilizada ahora frente a la covid para la introducción de material genético en un liposoma para que pueda introducirse en las células.

La bióloga húngara Katalin Karikó, considerada la madre de las vacunas basadas en el ARN mensajero (ARNm), ha trabajado en su desarrollo junto al inmunólogo Drew Weissman, tras comprobar que esta molécula provocaba fuertes reacciones inflamatorias porque el sistema inmunitario la detectaba como intrusa.

Karikó y Weissman introdujeron pequeños cambios en la estructura del ARN para que estas reacciones no tuvieran lugar, un avance que sentó las bases para el uso de terapias de ARN y cuyos resultados sirvieron a Uğur Şahin y Özlem Türeci (BioNTech) y Derrick Rossi (Moderna) para el desarrollo de las vacunas basadas en ARNm que actualmente han sido aprobadas contra la covid-19.

El uso del ARNm, además, se puede extender a diferentes áreas de la medicina como el cáncer, las enfermedades autoinmunitarias o la regeneración de tejidos.

Finalmente, la vacunóloga Sarah Gilbert ha trabajado para desarrollar la vacuna de Oxford/AstraZeneca que está basada en un adenovirus que se utiliza como vector para introducir en las células el ADN que codifica la proteína S, estimulando así la respuesta inmunitaria.

El año pasado, el Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica fue otorgado a cuatro matemáticos cuyo trabajo dio soporte a la era digital: los franceses Yves Meyer y Emmanuel Candès, la belga Ingrid Daubechies y el australiano Terence Tao.