El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires informó que hay 2.573 personas en situación de calle en el distrito. Sin embargo, un grupo de cinco organizaciones sociales, que identificaron en el Censo Popular de 2019 a 7.251 personas en esta situación, denuncian un subregistro por cuestiones políticas y técnicas y afirman que el número podría trepar a 9500.  

"Es su talón de Aquiles, porque es una problemática con la que empatiza mucho la clase alta y media. Por eso no quieren revelar la dimensión de la problemática en una de las ciudades con ingresos más altos del país", reflexiona en diálogo con PáginaI12 Constanza Guillen, militante del Movimiento de Trabajadores y Excluidos (MTE), una de las organizaciones que realizó el Censo Popular en 2019 y planea realizar un tercero en 2021 junto con la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Proyecto 7 y Nuestra América. 

En 2019, el GCBA relevó a 3.134 personas en esta situación (1.146 que duermen en la intemperie), en contraste con el Censo Popular realizado por las organizaciones que contabilizó 7.251 personas. De acuerdo a lo que estiman las organizaciones que trabajan en el territorio, durante el 2020 aumentó en alrededor del 30 por ciento esta población, que podría llegar a 9.500 personas.

Si bien desde el GCBA explican que son dos censos que no se pueden comparar por utilizar distinta metodología, el resultado del 2021 implicaría una importante baja de gente en situación de calle incluso en contraste con el censo oficial, en un marco de números muy elevados de pobreza e indigencia a nivel nacional. 

Dada esta diferencia de resultados,  las organizaciones responsabilizaron al gobierno de la Ciudad de incumplir con el acta compromiso firmada a fin del año pasado con la intención de realizar el relevamiento de manera conjunta y anunciaron que iban a realizar un tercer Censo Popular durante el 2021.

Romper el acuerdo

La ley 3.706 establece la realización de un relevamiento anual de personas en situación de calle para fijar politicas públicas, en el que promueve la elaboración del diagnóstico "con la participación de expertos, organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil".

En este contexto es que el GCBA convocó en noviembre pasado a firmar un acta acuerdo para llevar adelante el compromiso de manera conjunta con las organizaciones: "Compartimos varias reuniones y mesas de trabajo en las que no veníamos poniéndonos de acuerdo en algunas cuestiones de metodología y tiempos, pero nada insalvable. A mitad de camino tomaron una decisión política que significó romper ese acuerdo", explica Guillen que cuenta que identificaron como primera señal de ruptura el momento en que el GCBA se puso firme en evitar que las organizaciones sean participes del procesamiento de los datos.

Las diferencias en los números no resultan únicamente de una diferencia metodológica. Las organizaciones de base acusan al GCBA de tergiversar la muestra: "Unos días antes del Censo, les ofrecen plata a las familias para que se vayan a dormir a un hotel y reducen de esta forma la cantidad de gente en la calle. Nos lo dijeron varias personas en esa situación", aseguran desde el MTE. Es por este motivo que no van a anunciar la fecha en que realizarán el tercer censo popular: evitar estos retoques en los datos. 

Metodología 

Desde el GCBA no nombran este suceso y afirman que el punto de desacuerdo estuvo en que las organizaciones "planteaban realizar el relevamiento en cuatro días. Pero no hay forma de garantizar la no duplicidad de los datos. A pesar de eso, a lo largo del proceso fueron más los puntos de acuerdo que los de desencuentro".

Las organizaciones pusieron en evidencia diferencias a reconsiderar desde el punto de vista metodológico, que no fueron escuchadas por el GCBA:

- Franja horaria: el GCBA realizó el Censo un día entre las 18 y las 6 horas. "Una sola jornada nocturna no permite abordar a la totalidad de las personas, que no siempre están en un mismo lugar", explica la legisladora porteña Maru Bielli. Además, en el momento en el que se realizó el censo, regía un decreto que prohibía la circulación nocturna. Esto repercute en los lugares que eligen las personas en situación de calle para pasar la noche, más alejados de los lugares visibles.

- Modalidad del rastrillaje: el GCBA realiza el recorrido en camionetas. "Las personas en situación de calle son una población oculta, hay que ir a buscarlas, y esto no puede hacerse de forma express, requiere de un trabajo pormenorizado y de conjunto con las organizaciones que conocen y laburan el tema. El censo que arrojó la cifra real requirió de cientos de censistas a pie, que dividieron la ciudad en cuadrículas y recorrieron varias veces y en distintos horarios la misma zona", asegura Bielli.

- Contacto: con las personas: en los resultados del censo, el GCBA afirma que apenas un 31,8 por ciento de las personas en situación de calle contestaron el cuestionario. "Muchas familias tienden a irse cuando ven el BAP (Programa Buenos Aires Presente, que asiste a personas en situación de calle. Por lo que la institución y la linea política (no los operadores) representa: han separado familias para ubicarlos en paradores, o bien tienen miedo de que llamen a minoridad para sacarles a los pibes", explica Guillen.