"Tengo la perspectiva de que cuando la pandemia termine los poderosos van a ser más poderosos y los débiles vamos a ser más débiles, los ricos más ricos, los pobres más pobres. Por responsabilidad histórica, por convicción personal y por representación popular tenemos que abordar este debate con todos los argentinos, piensen como piensen", sostuvo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en un acto en Lomas de Zamora. En línea con la estrategia de campaña que supone una serie de apariciones públicas, esporádicas y estratégicas, de parte de la expresidenta para consolidar al Frente de Todos en la Provincia de Buenos Aires, Cristina volvió a mostrarse junto al gobernador Axel Kicillof con un fuerte mensaje contra la oposición. "Cuando pase esta pandemia vamos a tener que hablar en serio de responsabilidades", advirtió, en un discurso que mezcló el recuerdo de los logros de su anterior gestión con las críticas a las políticas del gobierno de Mauricio Macri, especialmente el endeudamiento, que llevaron a que "la Argentina ya estuviera patas para arriba cuando llegó la pandemia". También estuvo presente, como anfitrión, el intendente Martín Insaurralde, cuyo nombre se está barajando para integrar la lista de candidatos bonaerenses.

"Los derechos universales siempre dan resultado. Y cuanto más universales son más se desarrolla una sociedad", destacó, entre aplausos, la vicepresidenta durante un acto en el que se entregaron 10 mil tablets a alumnos y alumnas de sexto grado como parte del "Conectar Igualdad Lomas". Recordando los seis años desde que la Casa de Gobierno entregó la computadora número 5 millones del Plan Conectar Igualdad, Cristina Fernández reivindicó aquel programa del kirchnerismo y apuntó contra la decisión del gobierno macrista de discontinuarlo. "Qué diferente hubiera sido el problema en torno a las clases presenciales. Lo cierto es que esta pandemia puso a todo el mundo patas para arriba, pero en la Argentina tuvimos un problema doble porque ya estábamos patas para arriba cuando la pandemia llegó", disparó, con un tono de campaña que se repitió a lo largo de todo el acto. Debajo del escenario, decenas de funcionaries, intendentes y legisladores --como Eduardo "Wado" De Pedro, Oscar Parrilli, Victoria Donda, Mario Secco, Mariano Cascallares, entre otros-- seguían su discurso. 

"Éramos más felices"

Durante todo el discurso, CFK descargó con dureza contra las políticas implementadas durante el gobierno de Macri y las comparó con la experiencia de su propia gestión, haciendo especial énfasis en el tema de la deuda externa. "Todos los problemas que teníamos en 2015 se multiplicaron y agravaron hasta el infinito en años posteriores, como la deuda con el FMI al que le debemos 45 mil millones de dólares", denunció, y advirtió que el organismo multilateral iba a querer "condicionar las políticas públicas del país". En esta línea, llamó a la oposición a hacerse responsable de la deuda contraída y dejar de "ir a la tele a sarasear" con el objetivo de "ganar las elecciones". "Queremos escuchar a los que la contrajeron (la deuda) para ver cómo hacemos para pagar esto sin someter al hambre y al escarnio al pueblo argentino. Si vamos a discutir nimiedades y cuestiones menores mientras está sucediendo esto en la República Argentina no nos los van a perdonar a todos los que quieren representar políticamente a sus compatriotas", exhortó.

En línea con lo que vienen sosteniendo les funcionaries del FdT, la vicepresidenta cuestionó el "bombardeo mediático" instalado desde el comienzo de la pandemia contra la cuarentena y la vacunación. "Creo que en el fondo no creen y no quieren a la Argentina. En un momento pensé que era un 'anti nosotros', pero en realidad odian a los argentinos", reflexionó, y concluyó: "Más allá de la posición partidaria que cada uno tenga, creo que en el año 2015 éramos más felices de lo que vino después. Teníamos expectativas, no teníamos este nivel de endeudamiento feroz que constituye una restricción tremenda".

Los traperos 

En un divertido momento de su discurso, la vicepresidenta citó el caso del trapero argentino L-Gante para destacar la importancia que el Plan Conectar Igualdad había tenido en el país: "Él dice que con esa Conectar Igualdad y un microfonito de mil pesos hizo un tema que tiene millones de reproducciones en Youtube. Confieso que me puse a escuchar a L-Gante. Es cierto, soy de la generación de Fito Páez o Litto Nebbia, pero todos tenemos que tener apertura", explicó risueña, pronunciando mal el nombre del trapero. "Elegant", lo llamaba. 

Pero eso no fue todo, hablando de músicos jóvenes del país, Cristina Fernández citó también al rapero Trueno, aunque reconoció que ella sólo conocía a Wos: "Lo conozco a Wos que me hizo un rap en el Senado, no era vicepresidenta y nadie soñaba con que alguna vez volviéramos a estar donde hoy estamos, ni siquiera los muy propios", se rió, mientras miraba cómplice a Kicillof. Un anticipo, tal vez, del dardo que se le vendría después a Juan Manzur.

Plan Qunita

CFK aprovechó también para rendir homenaje al creador del Plan Qunita, Santiago Ares, y criticó, sin mencionarla, a Graciela Ocaña por iniciar la denuncia que terminó con aquel programa lanzado en el 2015 que tenía como objetivo reducir la primera causa de mortalidad infantil entre los sectores de menores recursos (el colecho). "Se hizo una denuncia de esos dirigentes que ya todos conocemos, no vale la pena el nombre. Es una matriz, un modelo que se replica con distinto color de pelo, tamaño, altura, pero siempre es lo mismo: la denuncia por la denuncia misma sin sentido, para encontrar un lugar en las listas", desdeñó y, como si recién se percatara, añadió una ironía dirigira a su exministro de Salud: "A Manzur no lo procesaron, a los demás sí". En 2017, cuando el peronismo estaba reagrupándose para disputar las presidenciales dos años después, el gobernador de Tucumán fue uno de los dirigentes que plantearon que el "ciclo" de CFK había finalizado. 

Tiempos de campaña

El tono de campaña de CFK --que continuará haciendo apariciones esporádicas en el conurbano bonaerense a modo de estrategia electoral-- fue compartido por Kicillof e Insaurralde durante el acto en Lomas de Zamora. "La sociedad necesita cuidado y un poco de calma en medio de tanta incertidumbre. Los que no tienen responsabilidad de gobierno, ayuden o córtenla un poquito", sostuvo el gobernador bonaerense, cargando también contra las operaciones mediáticas de la oposición contra el plan de vacunación. El intendente de Lomas, por su parte, apuntó con dureza contra el gobierno de Macri: "Los gobiernos no son todos iguales. Para ellos el costo de algo es el ajuste y nosotros no vinimos a ajustar sino a que cada lucha se convierta en un derecho", destacó.

Fue Insaurralde quien invitó a CFK y al gobernador Kicillof a participar del acto. La resolución de asistir no fue fortuita, sino que responde en parte a que el oficialismo está analizando la posibilidad de incluirlo como candidato en las próximas elecciones. "Tiene territorio, es cercano a CFK y a Alberto, y sería un reconocimiento a los intendentes bonaerenses", confiaron desde Casa Rosada, aunque advirtieron que la decisión aún no había sido tomada.