"Créanle a sus hijos", pidió Andrea, la mamá de una de las víctimas de abuso sexual por parte del ex sacerdote de Reconquista, Néstor Monzón, condenado a 16 años de prisión, a quien el Vaticano ratificó la expulsión "definitiva" y "perpetua" del estado clerical. Así lo indica una nota dirigida a les familiares de las víctimas --dos primxs que tenían 3 años en el momento del hecho, en 2015--. En el expediente judicial, la pena del acusado fue confirmada el año pasado por la Cámara de Apelaciones de Vera y lo último que se conoció es que se rechazó un recurso de inconstitucionalidad de la defensa, y que se presentó en queja.

Desde el Obispado de Reconquista se le envió una carta a las familias para notificarlas. El texto firmado por monseñor Ángel José Macín, da cuenta de que la Santa Sede declara "inadmisible" el recurso contra la dimisión del estado clerical confirmado en 2020, siendo "definitiva para todos los efectos de la ley". 

"Lo expulsaron definitivamente", resumió Andrea sobre lo que resolvió el Vaticano; y destacó que fue notificada el jueves por la tarde, el mismo día que se cumplieron cuatro años del fallecimiento de su madre, "a causa de todo esto". "Es una herida que nunca se va a olvidar; aunque mi hija hoy está bien", expresó sobre el proceso de reparación. Al mismo tiempo, recordó: "Lo primero que hice fue creerle a mi hija, y ella siempre nombró a la misma persona, desde 2015, con tres añitos". Y sumó: "Les digo a quienes pasan por este tipo de situaciones que no duden de sus hijos y que no bajen los brazos. Hay diferentes tiempos para hablar, también", señaló.   

La nota expresa que se cumple con informar lo resuelto el 1 de junio de 2021. "De la misiva enviada por la Santa Sede surgen los siguientes efectos jurídicos: la pena de Expulsión del Estado Clerical mediante el decreto 044/19 del Obispo de Reconquista y confirmada por el decreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, del 26 de octubre de 2020, es definitiva; el 29 de junio de 2021 se ha notificado a Monzón de la resolución y dicha pena ha adquirido plena vigencia; la pena expiatoria perpetua de Ia expulsión del estado clerical conlleva la pérdida de todos los derechos que emanan de la condición de clérigo; Monzón deja de estar sujeto a las obligaciones del estado clerical; se le prohíbe ejercer el ministerio sacerdotal y todas las acciones que derivan de la potestad de orden; y queda privado de todos los oficios, funciones y de cualquier potestad delegada que hubiera recibido", reza el texto del Obispado de Reconquista.

Por su parte, la abogada Luciana González, una de las querellantes en la causa, indicó que lo último que se conoció del expediente judicial es que se le rechazó el recurso de inconstitucionalidad y fue en queja contra el fallo de octubre del año pasado, en el que el tribunal compuesto por Antonio Mántaras, Eduardo Alberto Bernacchia y Jorge Alberto Andrés confirmó la pena impuesta en primera instancia contra el hombre de 52 años.

Monzón llegó a juicio, en diciembre pasado, en estado de libertad. Poco después de la sentencia por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por su condición de ministro de un culto religioso reconocido, la Justicia resolvió que quede tras las rejas. 

Monzón fue denunciado en diciembre de 2015 por la madre de la niña, luego de haber escuchado el relato de su hija. Meses después se sumó la denuncia de la familia del niño. En abril de 2016 fue detenido e imputado, pero tiempo después fue beneficiado con domiciliaria y luego le concedieron la libertad, estado en el que llegó a juicio. Según la presentación que dio inicio a la causa, los abusos fueron cometidos a fines de noviembre de 2015, en una vivienda emplazada en el predio de la parroquia María Madre de Dios, donde Monzón era sacerdote.