El Banco Central (BCRA) marcó una intervención neta compradora de aproximadamente US$ 410 millones en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) en los primeros dos días de la semana -US$ 200 millones ayer y US$ 210 hoy- y acumula unos US$ 785 millones en lo que va de julio. De esta forma, la autoridad monetaria recuperó el ritmo de engrosamiento de sus reservas que le permitieron acumular más de US$ 7.200 millones en compras desde que empezó 2021, el nivel más alto desde en los últimos nueve años.

En una jornada en la que movieron US$ 315,9 millones en el segmento contado y US$ 218 millones en contratos a futuro negociados en el Rofex, los distintos tipos de dólares financieros retrocedieron con respecto a su valor del lunes. El llamado "contado con liqui" se retrajo a 166,40 pesos por dólar y el conocido como dólar MEP a 165,63 pesos, por debajo del tipo de cambio oficial para ahorro o turismo para la venta (dólar Banco Nación mas 65% de impuesto país y retención por Ganancias), que alcanzó los 167,44 pesos. El blue, en tanto, se retrajo un peso, ofreciéndose en la city a 176 pesos.

Este lunes comenzó a operar la Comunicación "A" 7327 del BCRA, que establece para los importadores que acceden al MULC la obligación de presentar una declaración jurada en la que certifiquen que ni ellas ni ninguna otra empresa o persona humana que responda a estas realice operaciones de compra de dólares a través del mercado bursátil, en los 90 días previos y posteriores al acceso al mercado cambiario.

El objetivo de esta medida es evitar que empresas que accedían con un CUIT al mercado mayorista para comprar insumos o bienes de capital usaran, al mismo tiempo, otro CUIT de una compañía o persona que controlan para dolarizarse a través de la compra de dólar MEP o CCL, esto es, la compra y venta de títulos en moneda extranjera nominados en pesos, liquidados en el país o el exterior.

Del lado de la oferta, el superávit comercial y la fuerte liquidación de exportaciones del complejo agroindustrial ante la recuperación histórica de precios de la soja, el maíz y el trigo, entre otros cultivos, está ayudando al Banco Central a acumular poder de fuego para sostener la pauta cambiaria del orden del 25% anual.