“Cuba no es una amenaza a ningún país, es ejemplo de solidaridad con los pueblos”, sostiene Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y Presidente Honorario del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) en una carta dirigida al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y en la que además le reclama el cese del bloqueo al país caribeño y que se levanten “las medidas represivas que violan todos los derechos y soberanía del pueblo cubano”.

Utilizando un lenguaje coloquial Pérez Esquivel desarma argumentos de Biden al señalar que “dices que el sistema cubano es un ‘Estado fallido’, ocultas que desde hace 60 años Cuba soporta un bloqueo injusto y que los gobiernos de los Estados Unidos han fracasado con querer someter y dominarlo”. Y le señala al mandatario norteamericano que “la Paz no se regala se construye con la voluntad y esfuerzo de las personas y los pueblos y a ti te cabe como Jefe de Estado de un país líder en el mundo de ser constructor de Paz, de buscar el bien, respetar los derechos humanos y derechos de los pueblos a su autodeterminación y soberanía”. Al mismo tiempo le recuerda que los derechos humanos han sido “lamentablemente violados sistemáticamente por los gobiernos de tu país hasta el presente”.

La misiva tiene el claro propósito de advertir sobre la situación de Cuba y pero también se explaya sobre otros temas de política internacional y acerca de la posición de Estados Unidos en la materia.

“Te recuerdo –le dice Pérez Esquivel a Biden- que Barak Obama, al final de su mandato tuvo el coraje de viajar a Cuba, un hecho histórico y digno de acercarse y comprender que la política de los EEUU con Cuba no puede continuar con la agresión permanente que sufre por el bloqueo que es un fracaso total llevar adelante esa política de opresión a un pueblo que resiste y que no lo van a doblegar”, aunque también le señala que “Obama no tuvo la fuerza parlamentaria para levantar el bloqueo, cerrar la cárcel en Guantánamo y poner fin a las torturas en la base de los EEUU en territorio cubano”.

En el mismo sentido Pérez Esquivel sostiene que “al Congreso de los EEUU le corresponde levantar las medidas represivas que violan todos los derechos y soberanía del pueblo cubano” y recuerda que Obama no disponía de mayoría parlamentaria ni la voluntad política de los congresistas”.

Utlizando el mismo tono que impera en toda la carta el Nobel de la Paz le dice al mandtario norteamericano que “bien sabes Joe, que Cuba nunca va a someterse a la voluntad de los EE.UU. a la agresión, ni a los intentos de desestabilización social por más que emplees las redes y los medios hegemónicos de comunicación, tienen la capacidad de la resistencia a pesar de todas las agresiones de tu gobierno, es un pueblo digno y con coraje demostrado desde el triunfo de la Revolución”.

Pero la nota no se limita al tema cubano. En otro apartado el Nobel de la Paz le dice que presidente de los Estados Unidos que “es preocupante que hables de los derechos humanos y amenaces a Bolivia y la Argentina, bloquees a Venezuela, sostienes apoyando los golpes de Estado en el continente y el Departamento de Estado reconoce su intervención en el asesinato del presidente de Haiti”. Por eso, advierte, “como jefe de Estado mira la viga que tienes en tus ojos y reflexiona a dónde conduce la política de tu país en el mundo”.

Subraya Pérez Esquivel que “continuar con el bloqueo a Cuba y a otros países es un “crimen de lesa humanidad” por todo el daño que causa a la vida de las personas y los pueblos”. Para rematar en su mensaje a Biden el Premio Nobel afirma que “si quieres contribuir a la Paz y la unidad de los pueblos debes asumir con coraje terminar con las políticas opresoras de tu país y construir nuevos caminos de unidad y solidaridad en bien de la humanidad”.

Además de manifestar su expectativa de que Joe Biden pueda leer y reflexionar sobre tu carta, Pérez Esquivel expresa que “muchos tenemos la esperanza que el pueblo de los Estados Unidos y del mundo reclamen el levantamiento del bloqueo a Cuba” porque “la democracia no se regala se construye con la voluntad de los pueblos y su participación como protagonistas y constructores de sus vidas e historia”.

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