En la recta final del armado de listas para las elecciones primarias del 12 de setiembre, el Frente Amplio Progresista parece sellar su destino de internas, y no de unidad. Propio de una coalición multisectorial, en la que el Partido Socialista ya no detenta la hegemonía de antaño, que ha perdido a su principal referente, Miguel Lifschitz, y con la fuerza que le garantizaba presencia territorial –la Unión Cívica Radical– traspolada casi por entero a Juntos por el Cambio. La puja se dirime entonces entre la parte mayoritaria del socialismo que lideraba el fallecido ex gobernador versus el armado que construyó el nuevo eje de la coalición, el de los intendentes de Rosario, Pablo Javkin, y de Santa Fe, Emilio Jatón.

El FAP es el nombre recuperado de aquel intento por hacer de Hermes Binner un candidato de proyección nacional, hace una década. La transición mayoritaria del radicalismo hacia el macrismo, la pérdida del Gobierno de Santa Fe y de la Municipalidad de Rosario para el socialismo, y la muerte de Lifschitz acabaron por sepultar el sello del Frente Progresista Cívico y Social. Y en el cambio de nombre también se inscribe otra reconfiguración donde Javkin hace valer su papel. 

El intendente rosarino logra alinear a la mayoría de los sectores que integran el FAP: su partido Creo, Radicales Libres, Igualdad, Demócrata Progresista, GEN, SI, Pares, y un sector del Partido Socialista que enfrentó al "lifschitzmo" en su último congreso: la corriente Bases, referenciado en Claudia Balagué y Eduardo Di Pollina. 

Desde esta plataforma se erige el regreso de Rubén Giustiniani a este espacio donde tallan sus ex compañeros del socialismo. Javkin promovió el acercamiento del partido Igualdad, y a su referente como precandidato a senador nacional, como ya lo fue entre 2003 y 2015. Lo secundará en la misma lista la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, de los radicales que persisten en el progresismo.

Hay una sensación entre los cuadros del socialismo de que el intendente quiere sumar poder en el espacio, no exento de sed de revancha. Así lo interpretaron también con el armado de listas para las PASO del Concejo, y el apoyo conferido a Miguel Cappiello y a Lichu Zeno, para esmerilar la chance de la lista que encabeza Verónica Irizar.

Apenas se conoció este acuerdo político de Javkin con Giustiniani, hubo gestiones del PS para amalgamar posiciones, discutir la lista de senadores, procurar un armado conjunto como antes. Pero como esa posibilidad no prosperó, el socialismo sin Lifschitz jugó la carta de su viuda, la diputada Clara García, como primer nombre para la Cámara Alta. 

La encuesta telefónica que interrumpió siestas esta semana intentó sondear el conocimiento y la intención de voto de "Clara García de Lifschitz". La inclusión del apellido de casada de la legisladora connota cuánto le pesa al socialismo la ausencia de su principal elector. Cerca suyo confían y vislumbran que si se impone en las PASO y en la general consigue un piso del 20% se entusiasmarán con su candidatura a gobernadora en 2023. Pero eso hoy es futurología.

Más lejos son renuentes a imaginar que la elección legislativa en Santa Fe se resuelva en tres tercios, con el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y el FAP. Se contentan los progresistas con acaparar dos bancas de las 9 que se pondrán en juego en noviembre; y si además consiguen una de las 3 poltronas del Senado, habrá sido una gran victoria para ellos.

Las 9 bancas que Santa Fe renueva, de sus 19 diputados, pertenecen al Frente de Todos (3), UCR (2), PRO (2), Frente Progresista (1) y Coalición Cívica (1). 

En la misma alquimia que puso a Giustiniani y a Schmuck para el Senado, en Diputados quedó firme nomás Fabián Palo Oliver como cabeza de lista. El diputado provincial y ex intendente de Santo Tomé radical es lo único cierto, porque hacia abajo de la nómina hay negociación abierta con tantos sectores que participan de esta facción. 

Enfrente, el oficialismo del PS también consolida en estas horas la candidatura de otra mujer en la lista de diputados nacionales: la ex intendenta y presidenta del partido Mónica Fein. Su proyección nacional pretende acompañar al único socialista hoy en el Congreso de la Nación, Enrique Estevez. El resto de la nómina, a estas horas aún es incógnita. 

Ayer reapareció Rubén Galassi, secretario general del PS, entre las comunicaciones políticas de la jornada. Lo hizo para afirmar el apoyo formal del partido a la precandidatura de Clara García, asentado en la reinstalación del FAP "con la épica de Hermes Binner". "Veremos si es candidata de todo el FAP o si hay que atravesar un proceso interno", dejó abierto Galassi. Y marcó el límite de la negociación previa a la interna: “Siempre tenemos la vocación de acordar una lista, y no es que ponemos condiciones innegociables, pero sí entender que en esta coyuntura, el nombre de la compañera Clara García es un nombre de mucha relevancia, consenso, y conocimiento en la provincia”, dijo. Igual, los teléfonos seguirán abiertos hasta el sábado.