"Por fin un tiro para el lado de la Justicia", celebra con humor el cura párroco de la Diócesis de Quilmes Eduardo De la Serna, a cuya parroquia llegaron 1000 kilogramos de carne vacuna, producto del decomiso de 30 toneladas que iban a ser enviadas al exterior irregularmente y fueron detectadas por las autoridades. 

"Tuvimos que alquilar dos freezers para tenerla conservada un par de días, porque parte de la mercadería la compartimos con comedores vecinos, de San Francisco Solano, de Berazategui, otros centros comunitarios, y había que guardarla unos días hasta que la pudieramos trasladar", cuenta a Página 12

"Habitualmente preparamos la comida con arroz, fideos, algo de pollo, que es junto con la harina y la yerba lo que fundamentalmente nos envía el Gobierno. Pero cuando abrimos las cajas y nos encontramos con los cortes de carne vacuna, calidad de exportación, entendemos que no sólo es importante y bueno para la nutrición de nuestra gente, ¡es motivo de fiesta!", señala. 

Cuenta que uno de los cortes que recibió en las cajas que recibió es "marucha". "La verdad es que no lo conocía, le pregunté a un amigo que tuvo carnicería y me dijo que no es de consumo habitual para mucha gente porque es carne un poco seca, pero para un guiso es ideal; así que estamos agregando unos buenos trozos de carne a los guisos para hacerla rendir más y que pueda llegar a más gente", cuenta con entusiasmo el padre Eduardo. Ahora afirma con conocimiento: "La marucha de exportación es ideal para un guiso maravilloso".

"Tené en cuenta que, por la pandemia, ya no se junta la gente a comer en los comedores, sino que se lleva su ración para toda la familia. Entonces la cantidad de gente que come se multiplica, no es sólo la cantidad de gente que pueda caber en el comedor comunitario", relata cuando lo consultamos sobre la cantidad de gente a la que se benefició con la donación de la carne decomisada. "Son cientos de familias, en un solo comedor pueden retirar la comida más de cien familias. Por ejemplo en el centro comunitario Ceferino Namuncurá, el más grande en la zona, se llevaron 300 kg de los mil que recibimos, y nos cuentan que les permitió incorporar carne a la alimentación que distribuyen durante cuatro días".