"Me siento orgulloso de decir que soy un hombre gay y que también soy un campeón olímpico", expresó este lunes el deportista inglés Tom Daley, quien se coronó en el salto de trampolín de 10 metros sincronizado junto con Matty Lee, en los Juegos Olímpicos de Tokio.

"Me siento muy empoderado. Cuando era más joven pensaba que nunca podría conseguir nada precisamente por ser quien yo era. Ser campeón olímpico ahora demuestra que puedes conseguir cualquier cosa", señaló en una rueda de prensa tras recibir la medalla. 

Por lo que se refiere a deportistas, agregó el saltador, "hay en estos Juegos más personas abiertamente homosexuales que en juegos (olímpicos) anteriores. Yo salí del armario en 2013 y cuando era más joven siempre me sentí solo, el diferente, el que no encajaba. Espero que cualquier joven LGTB pueda ver que no importa lo solo que te sientas ahora, no estás solo. Puedes conseguir cualquier cosa".

En 2018, Daley ya había enviado un mensaje a sus seguidores en las redes sociales sobre la importancia de que los deportistas sean "libres" y se muestren "abiertamente como son".

"Me siento muy afortunado por poder ser quien soy abiertamente y sin preocupaciones. Espero que algún día todos los deportistas de los países de las Commonwealth puedan ser libres para competir también siendo abiertamente las personas que son", escribió entonces en Twitter.

Daley debutó en los Juegos Olímpicos en Pekín 2008, logrando la medalla de bronce en Londres 2012 y Río 2016. A finales de 2013, con 19 años, decidió grabar un vídeo que publicó en YouTube con el título "Algo que quiero decir".

"Al llegar la primavera de este año, mi vida cambió al conocer a alguien que me hacía sentir feliz y ese alguien es un hombre", contó el joven. Finalmente, a principios de 2014, se conoció la identidad de su pareja, el actor Dustin Lance Black (ganador de un Oscar en 2009 por el guion del biopic del activista LGTB Harvey Milk), con quien se casó en 2017.

El antecedente de Greg Louganis

En 1995, hace ya 26 años, otro saltador olímpico revolucionó el ambiente del deporte cuando dijo, luego de la publicación de su libro autobiográfico Breaking the Surface, coescrito junto al ensayista Eric Marcus, “Me llamo Greg Louganis. Soy gay y soy seropositivo”.

En el libro, el deportista contó la historia tras el accidente que sufrió en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, donde por un error de cálculo se golpeó la cabeza contra el trampolín, lo que le produjo una hemorragia. El miedo forzó a Louganis a mantener en secreto su enfermedad (y su homosexualidad) por mucho tiempo.