Confeccionar la lista de candidatos para la provincia de Buenos Aires fue para el Frente de Todos una de las tareas más difíciles e importantes de estas semanas, dado que allí se dará la principal batalla en las elecciones de medio término, el 12 de septiembre (primarias) y el 14 de noviembre (generales). Según los números que manejan distintas consultoras, es probable que ingresen al recinto al menos los primeros 16 de la lista oficialista, por eso el armado y la definición de los primeros 20 puestos no fue tarea sencilla. Los principales líderes del frente, el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta, Cristina Kirchner, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, con la ayuda del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, del ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro y del jefe de bloque en diputados, Máximo Kirchner, tuvieron que trabajar arduamente para poder llegar a una síntesis y que en la nómina estén representados todos los sectores de la coalición: no solo el albertismo y el cristinismo, sino también el massismo, La Cámpora, los intendentes, los sindicatos y los movimientos sociales. Los resultados quedaron a la vista y, si bien lo que primó fue la unidad, hubo algunos heridos.
No hubo sorpresas en la fórmula. Los primeros dos puestos que corresponden a la presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, y al ministro de Salud bonarense, Daniel Gollan, habían sido revelados por distintas versiones periodísticas días antes del sábado. El Presidente, en una jugada audaz, dio el nombre de los dos candidatos que él quería que encabecen las listas tanto en PBA como en Ciudad --Tolosa Paz y Leandro Santoro-- y de ese modo desactivó la posibilidad de que el candidato en suelo bonaerense sea su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, como querían otros sectores dentro del FdT. Pero esta definición tuvo su precio en la cantidad de nombres que finalmente incluyó Fernández en la lista. También preservó a su ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y pudo ingresar a la lista al ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, aunque en un puesto de poca centralidad, el número doce.
El tercer puesto se terminó de definir el jueves, tal como contó este diario, en un almuerzo que sostuvo Massa con Fernández en Casa Rosada. Allí acordaron que ocuparía ese lugar Marcela Passo, funcionaria del Ministerio de Transporte y exintendenta de General Lavalle. El massismo también tuvo presencia en el resto del armado: otras dos mujeres del espacio ocupan los puestos 11 y 17. Se trata de Mónica Litza, doctora en ciencias políticas y vicepresidenta del Correo Argentino, y Micaela Moran, diputada provincial del Frente Renovador, respectivamente. En un puesto más relegado, el 20, el massismo también ubicó a Jorge D’Onofrio, actual diputado del espacio.
La Cámpora, en tanto, incorporó en la lista de PBA a dos representantes de su espacio. Se trata de Constanza Alonso (en noveno lugar), jefa regional de Anses en Chivilcoy, y Rogelio Iparraguirre (en el número 14), concejal de Tandil. Otra novedad fue la de Agustina Propato (en el quinto puesto) senadora de PBA y esposa del ministro de Seguridad bonarense, Sergio Berni.
Los sindicatos
El cuarto puesto, que terminó ocupando el secretario general de la Bancaria y líder de la Corriente Federal de Trabajadores, Sergio Palazzo, fue una de las sorpresas que dejó la agitada jornada del sábado que se dividió entre el acto en la fábrica de Queruclor y la Casa Rosada, que funcionó como centro de operaciones, donde se firmaron las precandidaturas. Palazzo, de origen radical, es un sindicalista muy cercano tanto al Presidente como a la vicepresidenta. De hecho, un mes después de confirmarse la fórmula presidencial en mayo de 2019, ambos almorzaron en la sede de la Bancaria junto a Palazzo y otros sindicalistas, y hace unas semanas Fernández estuvo en la apertura del 48º Congreso Nacional Bancario apoyando su gestión.
Pero él no fue el único sindicalista representado en la lista: también consiguió su lugar el Secretario general de la CTA, Hugo Yasky, que debía renovar su banca en la Cámara Baja y que ocupó el puesto número ocho, al igual que Vanesa Siley, secretaria general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales (Fe-Sitraju) y miembro del Consejo de la Magistratura, que quedó con el número siete de la lista. Actualmente Siley es presidenta de la comisión de Legislación del Trabajo en Diputados y Yasky de la de Derechos Humanos. Otro sindicalista que fue incluido y que también debe renovar su banca antes de diciembre es el titular de la Federación del Cuero, Walter Correa, pero en un puesto menos central, el 18. Siley y Correa, al igual que Palazzo, representan sindicatos de la Corriente Federal. En la lista de diputados nacionales de la provincia no hay precandidatos de la CGT.
También podrán renovar su banca Leopoldo Moreau, cuya tarea será sencilla porque ocupa el puesto número seis, Mónica Macha y Claudia Bernazza, aunque ellas están más complicadas porque les tocaron los puestos 15 y 19 respectivamente. Una de las diputadas que no fue incluida en la nómina y que debía renovar su banca fue Fernanda Vallejos.
Intendentes y movimientos sociales
Dos de los sectores que fueron más relegados en el armado fueron el de los intendentes y el de los movimientos sociales. Por parte de los primeros, ingresó en el puesto número diez de la lista Julio Pereyra, exintendente de Florencio Varela y actual diputado provincial, y en el puesto trece Liliana Pintos, exconcejal de La Matanza y una persona de confianza del intendente Fernando Espinoza.
Los movimientos sociales están representados recién en el número 16 de la lista, con la precandidatura de Daniel Menéndez, coordinador nacional de la agrupación Barrios de Pie y subsecretario de Políticas de Integración y Formación de la Secretaría de Economía Social del Ministerio de Desarrollo de la Nación. Afuera quedó Natalia Zaracho, trabajadora de la economía popular y referenta del Frente Patria Grande que en diálogo con este diario comentó sobre el cierre de listas que "son instancias muy difíciles, bastante hostiles y lugares a los que no estoy acostumbrada". Ella, según comentó se quedó con la sensación de que "hay muy poca representación de los sectores populares y barriadas. Me quedó ese trago amargo, pero estoy orgullosa de la militancia que salió a full con la campaña 'Son ellos o somos todos' y creo que tenemos que seguir impulsando nuestra agenda de tierra techo y trabajo". En su caso particular, explicó que en diciembre ingresará al Congreso Nacional ya que fue candidata en 2019 y va a asumir por corrimiento, a partir de la renuncia de otra compañera.
Juan Grabois, referente de Patria Grande, en la misma línea que Zaracho, remarcó que lo sucedido con el cierre de listas "nos tiene que hacer reflexionar sobre la política, la militancia, nuestros aliados, objetivos y prácticas". Además felicitó a la militancia "por el esfuerzo para jerarquizar a los y las de abajo, la juventud, los emergentes, la perspectiva latinoamericanista", y opinó que "esos procesos aún no tienen jerarquía en la política ni en el FdT, pero más temprano que tarde la tendrán".