Cuatro de los agentes acusados por agresiones que sufrieron siete jóvenes en Las Cuatro Plazas serán reimputados hoy bajo la figura de torturas. La querella representada por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) consideró que la reconfiguración es "de gran importancia institucional. Una parte del Estado, a través del MPA, reconoce los hechos con verdadera traducción jurídica", dijo el abogado Federico Pagliero.

Para la APDH, la reimputación del delito que estaba calificado como apremios "es importante por los obstáculos que tienen las querellas para probar estos hechos, en los que los imputados como agentes estatales son quienes en procura de su propia impunidad, eliminan pruebas, adulteran documentos y en este caso amenazaron de manera sistemática a las víctimas en pos de desalentar su derecho de querella. Desde el minuto 0 estuvimos convencidos que estos hechos se traducían en torturas". La reimputación tiene que ver con uno de los chicos a quien "redujeron violentamente, esposaron, golpearon y le cortaron las rastas".

La querella sumó que si bien "resulta satisfactoria esa imputación fiscal, la entendemos insuficiente, ya que solo se está imputando a cuatro --Santiago M., Roberto S., Diego O. y Sergio R.-- por las torturas sufridas por una de las víctimas en el momento de su detención ilegal, quedando afuera los tormentos en la comisaria N° 14, respecto de las demás víctimas", que involucra a otros efectivos.

Ante ello, aseguran: "Continuaremos sosteniendo la aplicación de tormentos fuera y dentro de la comisaría 14 y así lo solicitaremos en requerimiento acusatorio. Estos hechos configuran prácticas genocidas heredadas y su tratamiento requiere una actuación especial de parte del Estado para erradicarlas, juzgar a los perpetradores y reparar a las víctimas”.

En la causa que tiene a cargo la fiscal Karina Bartocci hay 24 policías implicados y según se indicó habrá reimputaciones por omisión. El caso se encamina hacia la acusación.

El 23 de marzo de 2018, siete jóvenes estaban en la plaza de zona oeste cuando agentes policiales se acercaron y ejercieron para detenerlos con "violencia física e insultos".