La disminución de las restricciones por el coronavirus generó un aumento del 50 por ciento de la caza furtiva de rinocerontes en Sudáfrica, donde al menos 249 fueron cazados durante el primer semestre de este año.

Los datos fueron confirmados por la ministra de Medioambiente, Barbara Creecy, quien explicó que la disminución de las restricciones por la pandemia "favoreció un aumento de la caza furtiva de rinocerontes", con un incremento significativo de esta actividad en las provincias de Limpopo, Mpumalanga y del Estado Libre, donde hay numerosas reservas de este mamífero.

"Nos encontramos en una posición en la que los esfuerzos para combatir los crímenes medioambientales, como la caza furtiva de rinocerontes, están influenciados hasta cierto punto por las circunstancias extraordinarias que rodean la lucha contra la pandemia de covid-19", resaltó Creecy.

Las cifras al alza de la primera mitad de este año suceden a un 2020 en el que la caza furtiva de estos grandes mamíferos en peligro se había visto reducida de manera notable (-33 por ciento).

Pero este logro se había obtenido en buena medida debido a las circunstancias excepcionales impuestas por la pandemia, en especial las limitaciones de la circulación tanto dentro del país como a nivel internacional. 

De hecho, Sudáfrica mantuvo cerradas sus fronteras desde finales de marzo de 2020 hasta el siguiente octubre, pero, con la reapertura del país, ya a finales del año pasado se había visto un incremento de las muertes respecto a la primera mitad de 2020.

"Aunque este número es mayor que el número de rinocerontes asesinados por sus cuernos en el mismo periodo del año pasado, 166, es menos que los 318 rinocerontes a los que se dio caza en los primeros seis meses de 2019", precisó la cartera del Gobierno de Cyril Ramaphosa.

Como es habitual, la mayor parte de estas nuevas muertes (132) tuvieron lugar en el parque nacional Kruger (noreste), una de las mayores reservas naturales de África y hogar de la mayor parte de la población sudafricana de rinocerontes.

En Sudáfrica vive el 80 por ciento de la población mundial de rinocerontes, una especie amenazada por los cazadores furtivos debido a la fuerte demanda de sus cuernos para la medicina tradicional asiática.

Sudáfrica difundió estas cifras oficiales con motivo del Día Mundial de los Guardabosques, junto a un mensaje de agradecimiento a los encargados de cuidar la naturaleza sudafricana incluso a riesgo de sus vidas.

Por tanto, a pesar de las relativas malas noticias en lo que va de año, la ministra Creecy consideró que la estrategia multidisciplinar aplicada por el Gobierno sudafricano y el "trabajo" de los actores implicados sigue siendo un "éxito", ya que se ha logrado revertir la tendencia de peligrosos máximos que había alcanzado la caza de rinocerontes en la década precedente a 2018.

Concretamente, las alarmas empezaron a sonar en 2008 -en 2007 solo habían muerto 13 rinocerontes- y poco después, en 2014, se alcanzaron las cifras más preocupantes, con 1.215 ejemplares cazados.

Esa tendencia ponía en serio peligro la supervivencia de la especie a medio plazo. Los cazadores furtivos buscan los cuernos de los rinocerontes, que se venden sobre todo en los mercados asiáticos, donde se les atribuyen propiedades curativas y afrodisíacas.

En el mercado informal, el cuerno alcanza valores de entre 60.000 y 80.000 dólares por kilo. En Sudáfrica se estima que viven unos 20.000 ejemplares de rinocerontes, lo que supone de lejos la mayor colonia de estos animales en el mundo.