Fructuoso Alvarez González, el comerciante español condenado a prisión perpetua por la denominada Masacre de Flores, cometida en 1994, terminará de cumplir su condena en Argentina y no será expulsado a España, tal como había solicitado, según resolvió ayer la Justicia de Ejecución Penal de la Capital Federal.

Matías Bagnato, de 38, único sobreviviente del hecho en que asesinaron a sus padres, hermanos y un amigo, informó que la decisión fue adoptada por el juez 1 de ese fuero, José Pérez Arias, quien no hizo lugar a un pedido de la defensa del condenado a la pena máxima.

“Estoy más tranquilo, pero lloré toda la noche. Fue una noche interminable porque pensaba en mi abuela de noventa años y qué le decía si él salía libre. Estaba convencido de que iba a salir porque cuando llamé al juzgado ayer (por el martes), me dijeron que no fuera y que me iban a informar por teléfono. Pensé que el juez no me lo quería decir en la cara”, sostuvo Bagnato.

Matías contó que tras enterarse del fallo, se lo contó inmediatamente a su abuela, que lo abrazó y le dijo: “Tus papas y los chicos deben estar orgullosos de vos”.

Según Bagnato, los fundamentos del rechazo al pedido de Alvarez González, de 56 años, se los darán a conocer el lunes próximo y ayer sólo le notificaron que la solicitud que había efectuado el imputado era “negativa”, si bien tiene los requisitos de haber cumplido más de la mitad de la condena en el país y ser extranjero. “Es una gran noticia, un alivio momentáneo, un respiro ‘por ahora’ digamos, porque es probable que apele la resolución ante la Cámara de Casación Penal”, afirmó Matías, quien también recordó que si cumple la totalidad de la pena, el comerciante español debería estar en prisión al menos cinco años más. 

El único sobreviviente recordó que Alvarez González “había cumplido diecisiete años (de prisión) nada más”, por haber quemado a su familia y a un amiguito en la casa que compartían en Flores y que en 2004 había sido expulsado a España, tras lo cual regresó, comenzó a amenazarlo y fue detenido nuevamente.

Bagnato pidió que a la hora de tomar alguna nueva decisión sobre el condenado, “los jueces evalúen lo que dicen los psicólogos, que aseguran que no tiene arrepentimiento por lo que hizo y que es un psicópata”. “Tienen todas las herramientas para que no salga, el juez Pérez Arias actuó hoy como tendrían que actuar todos los jueces”, aseguró y dijo que es “un cansancio muy grande, porque fueron veintitrés años de victimización constante”. En ese sentido, dijo que Alvarez González lo “destruyó desde chiquito” y que “desde ese momento fue una lucha aprender esa realidad ilógica, porque sólo un monstruo puede hacer lo que hizo”.

La Masacre de Flores se registró el 17 de febrero de 1994 en la casa de la familia Bagnato, ubicada en la calle Baldomero Fernández Moreno 1906, cuando Alvarez González roció la propiedad con combustible y generó un incendio.

Por el fuego, murieron el padre de familia, José Bagnato, de 42 años; su esposa Alicia Plaza, de 40; sus hijos Fernando, de 14, y Alejandro, de 9, y Nicolás Borda, de 11, un amigo del menor de los chicos que esa noche se había quedado a dormir, mientras que el único que se salvó fue Matías, quien por entonces tenía 17 años.

Los investigadores determinaron en pocas horas que el autor de la tragedia era Alvarez González, un comerciante y ex socio de José Bagnato que le reclamaba una deuda y amenazaba a toda la familia. 

El imputado fue condenado a prisión perpetua en 1995, pero por tener su ciudadanía española, en 2004 fue extraditado a ese país para terminar de cumplir su condena. En España lo liberaron y fue recapturado en la Argentina en 2011, luego de amenazar de muerte a Matías Bagnato.

En diciembre último, la Cámara Nacional de Casación Penal rechazó un pedido de salidas transitorias del condenado, tal como lo había resuelto antes el juez Pérez Arias.