En la música de El General Paz & La Triple Frontera hay un pulso artístico que se repite: los cruces, las mezclas, los encuentros y la convivencia entre músicas. El grupo, que tiene en sus filas a integrantes de Argentina, Brasil y Uruguay, y fronteras varias, está a punto de lanzar su tercer disco, Paz y armonía, del cual ya se conocen varios adelantos. “Le pusimos ese nombre porque creemos que es lo que se viene ahora en el planeta”, entiende su líder, Anel Paz, en modo optimista. Uno de esos adelantos es una versión de “Barro tal vez”, de Luis Alberto Spinetta, uno de esos artistas que siempre alumbran cuando se los evoca. “El Flaco es increíble, es un extraterrestre, y sus canciones siguen siendo una belleza. Tiene un gran nivel de creatividad y sensibilidad; sobre todo la época rica de los sesenta y setenta, con Pescado Rabioso y Almendra”, rescata el cantante, guitarrista y compositor.

“En esa versión tocan los brasileros Arthur Maia (fallecido en 2019) en el bajo y Renato Neto en teclado”, cuenta Paz sobre estos dos reconocidos músicos que solían formar parte de la banda en giras por Brasil, México y Estados Unidos. “Una vez, estábamos mostrándoles canciones del rock argentino y les tocamos una versión de fogón de ‘Barro tal vez’ y les re gustó. Empezó a salir una versión afro y la grabamos así”, precisa. Si todo sale como lo planeado, este mes comenzarán una nueva gira por México, donde juegan de local. Visitaron el país azteca por primera vez en 2015 y luego regresaron seis veces. “Como somos independientes, armamos una estructura de trabajo y fuimos aprendiendo a prueba y error. La experiencia de las giras es impagable”, dice Paz. Tienen fechas programadas en Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Toluca, Puebla, Zapopan, Querétaro y León, entre otras ciudades.

En febrero, estrenaron el video de la canción “Misteriosa afinidad”, dirigido por Rodrigo Espina (autor de la película Luca) y realizado por Javier Courtade. El tema es una especie de balada amorosa y costumbrista que muestra dos escenarios, en tiempos distintos: la época colonial y el presente. “Rodrigo es un grande, hicimos como cinco videos con él. Es documentalista y arma unas historias hermosas”, resalta Paz sobre esta canción que habla sobre la transformación y la trascendencia. Además, ya se dieron a conocer las canciones "Maracatu chegando", "Un poco perdido" y una versión del clásico brasilero "Bella flor". La idea es lanzar dos singles más y en octubre publicar el disco completo. “Habrá también un tema con base folklórica, otro que tiene aires de bossa de los años setenta y también hay un funk latino y una guajira. Está presente la raíz latinoamericana con un sonido de rock-funk fusión”, adelanta sobre el sucesor de Maravillas (2014)

“El disco ya está casi terminado, le faltan un par de mezclas. No nos apuramos a terminarlo porque vino la cuarentena y nos pareció que sacar un disco en ese momento y no poder salir a tocarlo era medio desperdiciarlo”, confiesa Paz, también productor artístico. “Fue escrito en las rutas, en habitaciones de hotel. En Río de Janeiro grabamos algunos instrumentos, también en Buenos Aires y otras ciudades. Y ese espíritu está en el disco: hay diversidad y músicos de diferentes países. Grabaron cuatro bateristas, entre los que se encuentran los brasileros Marcos Kinder y Nilton Chocolate Silva. Y el tecladista Renato Neto”, dice. Además, en este disco participan el uruguayo Jorge Platero en percusión, Matías Méndez en bajo, y Sonia Savinell y Darío Mariano Britos en coros.

-¿Cómo logran esa diversidad de colores y ritmos en su música? ¿Tiene que ver con la procedencia de sus integrantes o es una decisión artística más planificada?

-Cuando empecé el proyecto tenía ganas de hacer algo con raíces latinoamericanas, porque tuve una experiencia muy loca. Yo viví un par de años en Los Ángeles y una vez estaba con unos amigos de varias partes del mundo escuchando música de nuestros respectivos países. Y cada uno mostraba sus grupos favoritos. Yo empecé a mostrar canciones del rock argentino y me decían cosas como "sí, está bueno, pero se parece a los Rolling Stones o a tal banda". Y tenían razón. Entonces, se me ocurrió mostrarles a la “Negra” Sosa y a Ástor Piazzolla y casi se mueren. Todo eso está en nuestra casa, en nuestro país, y a veces no miramos las raíces. Por eso, quise armar una banda que tuviera rock, que es lo que siempre escuché, pero que también tuviera algo original, algo de acá. Y ahí apareció un músico brasilero de Bahía y un percusionista uruguayo, Jorge Platero. Y una tecladista que venía del jazz. Y así empezamos, en 2008. Me interesaba mezclar, no que hubiera un estilo específico. Y tampoco ser puristas con los ritmos.